El Mallorca no remonta

Un partido que tuvo de todo, tuvo de todo para los dos equipos pero solo para el Celta de Vigo tuvo puntos. Cuarta derrota consecutiva para el Real Mallorca que antes de Jugar con la Real Sociedad hace cinco días veía como el colchón de puntos sobre le descenso podía ascender a 8, y que dos partidos después se convierte prácticamente en una esterilla que salvaguarda 2 puntos con la zona del farolillo rojo.

Cierto es que no es fácil empatar a domicilio y que el Mallorca lo hizo hasta en tres ocasiones, pero el equipo, al que no se le puede recriminar actitud, da una sensación de peligro y de debilidad cuando le llegan al área, difícil de sustentar con cualquier otro elogio. El Celta se puso por delante en el marcador con gol de Galhardo en el minuto 13, tras un rechace en el área. Gio que se estrenaba como titular en liga replicó cinco minutos después tras un robo y buen centro de Jaume Costa pero Denis Suárez volvió a aventajar a los locales antes de cumplirse la media hora(2-1). Vaticinio de la locura que se avecinaba. A la vuelta de la caseta, tras la reanudación Raíllo remató un balón que toca en Aidoo para poner el empate a dos y cuando el partido entraba en la última media hora, el de siempre, Iago Aspas, culminaba una buena jugada con un remate con su pierna menos efectiva.

El Mallorca lo intentaba, no se amedrentaba, pero era la tercera vez que el Celta se aventajaba y no sería la última. A partir de aquí la crónica a parte del VAR que señaló un penalti para el Mallorca que no vio nadie en directo por manos de Hugo Mallo tras un chute de Muriqui.

Salva Sevilla transformaba y ponía por tercera vez la igualada en el 87, (3-3) pero quedaría la jugada ultima y definitiva, el penalti señalado por mano de Valjent en el área tras un centro de Denis. Reina desde el banquillo fue expulsado y Aspas de nuevo se encargó de meterle por debajo del brazo el balón a Sergio Rico desde los once metros. Siete goles en una tarde de entretenido fútbol (4-3) para el aficionado neutral, de éxtasis para el seguidor del Celta y de muchas sensaciones, impotencia entre otras, para el del Mallorca que sea con una lectura de partido o con otra, en casi todos los encuentros, concede un poco más de lo que ofrece.