“Pablo es un prisionero de guerra y, como tal, corresponde a Cruz Roja Internacional gestionar y garantizar su seguridad”
El periodista bilbaino, Pablo González, fue detenido el pasado 28 de febrero en la localidad de Przemyśl, en la frontera polaca con Ucrania. Su abogado, Gonzalo Boye, califica las acusaciones polacas de "absurdas y graves"

@PabVis

Bilbao
Una de las consecuencias que nos deja la invasión de las tropas rusas a Ucrania es la detención del periodista bilbaino Pablo González, detenido por agentes de la Agencia de Seguridad Interior de Polonia el pasado 28 de febrero en la localidad de Przemyśl, en la frontera polaca con Ucrania. Según un comunicado del Gobierno polaco, el reportero vasco, de origen ruso, "se benefició de su condición de periodista para viajar por zonas de conflicto".
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“Pablo es un prisionero de guerra y, como tal, corresponde a Cruz Roja Internacional gestionar y garantizar su seguridad”
Su abogado, Gonzalo Boye, ha expresado su preocupación: “Solo sabemos que se le acusa de un presunto delito de espionaje, no sabemos nada más. No se nos permite el acceso a ningún tipo de información documentada, seguimos intentando que las autoridades polacas y el Consulado español nos den información y nos gestione una visita para poder comenzar a defenderle”.
González se encuentra en la cárcel de Rzeszów, en situación de prisión provisional, en la que tendrá que seguir tres meses, según la información facilitada por la Fiscalía polaca al consulado español. Su abogado, ha calificado las acusaciones de Polonia como “graves y absurdas” y ha admitido que ante la pasividad de la institución española optarán por otra vía: “Josep Borrell dijo que estábamos en guerra. Pablo es un prisionero de guerra y en estas situaciones corresponde a la Cruz Roja Internacional gestionar y garantizar su seguridad”.




