Víctor García Guerrero: "La gente tiene miedo e incertidumbre. Escapan de la guerra mientras puedan"

Gijón

Han pasado once días desde que Rusia activara el botón de la guerra y se lanzara a invadir Ucrania. En ese tiempo la cuenta de Twitter de Víctor García Guerrero se ha convertido en una especie de diario donde contar lo que está sucediendo en el país. El rostro del periodista gijonés se ha convertido en habitual en las casas de cientos de personas que sintonizan TVE: el programa de la mañana, los informativos del mediodía y la noche o el 24 horas son las 'ventanas' en las que el asturiano va dando buena cuenta de cómo avanza el conflicto bélico. "Estamos cerca de la frontera con Polonia, pero estamos bien", asegura en declaraciones a la SER. Mientras habla, frente a él "una fila de coches gigantesca. Vemos familias enteras, sobre todo mujeres y niños porque los hombres en edad militar no pueden salir del país. Una situación muy dramática, personas agolpadas para salir y escapar de la guerra mientras puedan".

Las historias que el periodista cuenta cada día son gracias al trabajo en equipo. Junto a él, el cámara José María Ortiz y la persona encargada de montaje, sonido y también operaciones de grabación Marina Toldos. "Vamos a todas partes juntos. Somos una unidad", apostilla. A ese equipo, hay que añadir a Andry "nuestro productor local. Es el que nos permite dialogar con policías, militares, gente a la que entrevistamos, nos ayuda a conseguir transporte, permisos... Sin él, el trabajo es más difícil", apunta mientras reconoce que los días llevan siempre la misma dinámica: "Levantarse muy temprano, acostarse muy tarde, comer cuando se puede e informar".

Tranquilidad, por ahora

García Guerrero reconoce no sentir el peligro. Se encuentra en la zona de Leópolis, al occidente del país. Una situación bien distinta a la de la semana anterior ya que "en Kiev si había una sensación de riesgo porque estaban bombardeando la ciudad. En Leópolis la ofensiva rusa no se ha producido, ni siquiera ha habido conatos". El periodista también explica un sonido que se ha hecho familiar, pero que, en ocasiones, el telespectador confunde: las sirenas. "Cuando suenan no es porque vaya a darse un ataque en el lugar en el que te encuentras. Se activan de forma regional y a veces indica simplemente que se ha lanzado un misil y puede dirigirse a donde estás, pero no necesariamente. De hecho, la mayoría de las veces suenan las sirenas y después no pasa nada. Al principio es muy llamativo, pero luego te adaptas y la gente deja de ir a los refuigos, sobre todo, en las zonas civiles donde no ha habido bombardeos", detalla.

El paso de los días ha convertido en habitual la imagen de miles de personas escapando del país, pero eso no hace que se interiorice. "La gente se va en coches, si lo tienen, y mete una maleta, van con lo mínimo. Esto es una salida urgente que deja atrás miedo, pero que comporta una incertidumbre total. La gente sabe que va a cruzar la frontera, pero no saben lo que va a pasar después. No tiene ni idea de cuando van a volver y si van a poder hacerlo. Son situaciones increíblemente duras para personas que hasta hace algo más una semana tenían una vida normal", reflexiona.

Y un último mensaje sobre la verificación de las informaciones al hilo de la explosión que se produjo el pasado miércoles en una estación de tren. Dice Guerrero que "es importante el detalle de la guerra". Tiene sentido ya que se había extendido que fue un ataque ruso, cuando la realidad era otra. "Era un misil de la defensa antiaérea ucraniana que impactó contra un misil ruso que no se sabía hacia donde iba. Eso produjo una deflagración que terminó afectando a una parte de la estación", apunta. A continuación, el por qué de la importancia: "En la guerra suceden cosas terroríficas y algunas pueden ser crímenes de guerra como, por ejemplo, atacar una estación. Guardemos los crímenes de guerra y las denuncias para cuando sean una realidad y no cuando por un acto de superficialidad consideramos que puede darnos un titular. De lo contrario, tendemos a banalizar el horror de la guerra e incluso el crimen que se puede producir".