Coraje

Madrid

Hace tiempo que las autoridades rusas intentan que el 8 de marzo no sea una jornada de reivindicación en la que las mujeres reclamen sus derechos, sino una festividad en la que los hombres les rindan florido homenaje regalándoles macetitas o rosas. Por supuesto, siempre ha existido un movimiento feminista ruso que ha intentado luchar contra semejante bobería y recuperar el sentido real de la fecha, mujeres que tienen que pagar caro por su empeño, pero que no cejan en él. Basta con recordar a las 'Pussy Riot' y las condenas y el exilio que han tenido que sufrir diez de sus miembros. Este año algunas feministas rusas intentan hacer llegar a sus compatriotas un ruego: coge la flor que te regalen y llévala a un monumento de tu ciudad que recuerde algún hecho honroso, de resistencia. Seguramente mañana habrá muchas mujeres valientes en todo Rusia que seguirán el llamamiento. Coraje no ha faltado nunca en ese país y coraje siguen teniendo los miles de rusos y rusas que pese a la amenaza directa de cárcel intenta expresar en la calle su rechazo a la invasión de Ucrania. La agencia 'Tass' distribuyó un telegrama asombroso: alrededor de 5.200 personas, decía, participaron en acciones no autorizadas en Moscú, San Petersburgo y otras ciudades. Unas 3.500, añadía, fueron detenidas. ¡Tres mil quinientas de cinco mil ¡Cuánto coraje hace falta para ser rusa mañana 8 de marzo!

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