Naciones y pueblos
Mercedes de Pablos, escritora y periodista, reflexiona sobre la importancia de nombrar a los verdaderos culpables: los gobiernos, los imperios y los señores de la guerra son quienes llenan la vida de sangre, de dolor y de muerte, no los pueblos a los que dicen representar
Mercedes de Pablos
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Sevilla
No, querido Salomón, Rusia no está atacando a los ucranianos, a los hombres y mujeres de Ucrania. Es el gobierno de Putin y todos los que le siguen por interés espurio los que han invadido y está matando al pueblo ucraniano. Tengamos cuidado, más, tengamos militante vigilancia con las palabras porque las palabras nombran el mundo y lo dividen en buenos y en malos. El otro día, por ejemplo, en la presentación de una nueva ONG solidaria, en este caso con el pueblo saharaui, Frontera Zero, sevillana, volvimos a recordarlo. Son los gobiernos y los imperios y los señores de la guerra quienes llenan la vida de sangre, de dolor y de muerte. No enfrentemos a los pueblos, no nos enfrentemos, porque entonces estaremos haciendo un juego esencial para los que quieren que unos y otros nos sintamos enemigos. Y no hay más enemigo que quien hace de la muerte su cuenta de resultados, político o económico si es que no son lo mismo.
Francia y el Reino Unido no dejaron sola y abandonada a la república española en 1936, fueron sus gobiernos lo que prefirieron no soliviantar al fantasma de la sed invasora del Reich. Les fue mal. Luego vinieron a por ellos, como en el poema de Niemöller que hemos atribuido a Brecht. La Unión soviética y Alemania no firmaron el vergonzante acuerdo de no agresión en 1939 para repartirse Polonia, Bielorrusia, Estonia y Lituania. Fueron Stalin y Hitler quienes lo hicieron.
Con el corazón y la razón en y con el pueblo ucraniano, esos ciudadanos que son Europa y son Sevilla, son nosotros, a su lado como estás tú ahora Salomón, quiero recordar también a aquellos que, en su país, en Rusia, se han opuesto a esta guerra y se están jugando la vida. Multa de hasta quince años para quien informe en contra del gobierno. Detención de la pintora superviviente del holocausto, Elena Posinova , manifestándose, a sus 78 años, por la paz y en contra de la invasión a Ucrania. Dimisiones de directores de teatro, de ballets, de universitarios, profesores, artistas para no contribuir a esa locura sangrienta y déspota. Y manifestantes en Moscú, en la calle, con la policía de su país tratándolos como enemigos.
No, no somos enemigos los pueblos, pero tampoco debemos olvidar que estamos impelidos por la tragedia que nos asola. Me dirán que hay otras guerras que pasan desapercibidas, victimas sin telediarios ni alarma internacional. No les falta razón. A los seres humanos cualquier guerra debería parecerla propia, cualquier atropello a los derechos humanos un atentado contra un vecino, uno de los nuestros, un semejante. Pero también es cierto que es Europa, y la idea de libertades civiles y derechos sociales, lo remarco, quien está siendo invadida. Es la democracia. Con el apoyo de quienes no creen en ella ni en las libertades y la justicia y la igualdad. Desde dentro también. Perdonen estos humildes pensamientos de quien no es una experta en geopolítica, pero tómenlo como una reflexión que usted mismo, usted misma pueda hacer, porque Sevilla siempre ha sido solidaria. Sevilla siempre ha sabido convivir. Y ha sido y es valiente. Ucrania Es un barrio del mundo, un barrio de Sevilla y su dolor (Salomón un abrazo y gracias por el programa de hoy) es el nuestro.