Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Ucrania europea

Ese es el proceso habitual de cualquier ampliación, pero la importancia política del gesto inicial de hoy es enorme, inédita: jamás se dio el escenario bélico en ninguna otra

Ucrania europea

Barcelona

Es solo el primero, pero es un paso muy largo. Al encargar a la Comisión que estudie a fondo la petición de Ucrania de integrarse a todos los efectos en la Unión Europea, los 27 toman un compromiso fuerte. No para una integración inmediata: España tardó siete años desde ese inicio hasta que firmó su adhesión, sino para estudiarla a fondo. Con cariño. En una comparación simple, podríamos que la UE y Ucrania empiezan "a salir" (a elaborar informes); para comprobar si el noviazgo (la consideración oficial de que el país es candidato) es posible; y solo después, preparar con todo detalle la boda (con la negociación de las condiciones económicas y políticas); para acabar celebrándola, o no.

Ese es el proceso habitual de cualquier ampliación, pero la importancia política del gesto inicial de hoy es enorme, inédita: jamás se dio el escenario bélico en ninguna otra. El gesto es una réplica diplomática pero frontal a Putin y sus amenazas nucleares: Europa hace caso omiso de que el Kremlin reivindique sus zonas de influencia. Y lo subraya aceptando el estudio del ingreso de Georgia y Moldavia. Es un compromiso muy serio de no echarse atrás a la próxima bravata del autócrata: los 27 deben auto-prohibirse ninguna frivolidad en este asunto. Aunque todavía no sea el emparejamiento definitivo, con lo que este implica de compromiso total y absoluto: la defensa mutua militar en caso de ataque de un tercero. Algo que existe no solo en la OTAN, sino también en la UE (artículo 222 del Tratado de Lisboa). Es un paso muy bello. Muy potente. Y muy serio.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...