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Violaciones, prostitución y vientres de alquiler: los otros riesgos para las mujeres ucranianas con la guerra

El conflicto bélico agravará la brecha de género en Ucrania y si se impone Putin las mujeres perderán los escasos avances en igualdad, según el análisis de las expertas

Una mujer evacúa Irpín con su bebé / DIMITAR DILKOFF

Madrid

Aunque estamos viendo un éxodo masivo, la inmensa mayoría de los 20 millones de mujeres que no han podido salir del país se han quedado en el Donbás para estar en la primera línea de guerra. “Han constituido una red de camuflaje y muchas han empuñado las armas y otras están fabricando explosivos y otro material de guerra, así que las mujeres están también al pie del cañón” señala la presidenta de la Fundación Mujeres Elena Valenciano.

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Pero la ex vicesecretaria general del PSOE alerta del importante retroceso que sufrirán las ucranianas. “Ucrania es un país con gravísimas desigualdades y una cultura patriarcal muy arraigada con estereotipos de género tradicional muy acusada. Lo único que hace la guerra es agravar las desigualdades. Y existe un arma de guerra que es la violación, las mujeres son las víctimas y el ministro de Exteriores de Ucrania ya ha denunciado violaciones por parte del ejército ruso en distintas ciudades”.

La misma preocupación expresa la catedrática de Economía Aplicada Cecilia Castaño. “Lo peor es que las mujeres han sido siempre un botín de guerra, un trofeo para humillar a los vencidos y el riesgo de violaciones es muy importante”. Esta profesora advierte de otro peligro: “las mujeres y las niñas que huyen son extraordinariamente vulnerables ante personas desaprensivas que quieran aprovecharse de ellas y agredirlas sexualmente. Incluso el proxenetismo que las pueden engañar para reclutarlas para el negocio de la prostitución. Los dueños de los clubes de las carreteras de España y los proxenetas de toda Europa se estarán frotando las manos ante esta situación. No olvidemos que las feministas ucranianas denuncian que el tráfico de mujeres es endémico en este país”.

Este grave problema es subrayado también por Lara Alcázar portavoz de FEMEN en España. Esta asociación feminista internacional nació precisamente en Ucrania hace 15 años. Alcázar reclama a la comunidad internacional que tome medidas para evitar las agresiones sexuales durante el conflicto y el control en las fronteras para evitar que las mafias de la prostitución capten a mujeres vulnerables y desesperadas. FEMEN lleva años denunciando que Ucrania es uno de los puntos calientes de la trata de mujeres y de la industria de los vientres de alquiler, que se puede multiplicar después del conflicto.

La catedrática Cecilia Castaño señala que las mujeres que han abandonado con sus hijos e hijas Ucrania pierden completamente su libertad y su autonomía porque pasarán a depender del país de acogida. Si consiguen rehacer sus vidas, lo más probable es que no puedan trabajar en sus profesiones sino en empleos temporales y con salarios bajos; trabajos en el hogar, los cuidados o limpieza.

La economista subraya la gran paradoja de las mujeres ucranianas. Vivían en un país muy machista; ocupa el puesto 59 en lucha contra la brecha de género y cobran el 60% del sueldo de los hombres, pero sin embargo tienen una formación educativa mucho mayor que los varones. Les superan en 12 puntos en estudios universitarios, ocupan el 66% de los puestos profesionales o técnicos y tienen 7 años más de esperanza de vida, aunque solo es de 67 años frente a los 85 de las españolas.