Sociedad | Actualidad

Entre el miedo y el recuerdo: Así pasan sus primeros días en València los refugiados ucranianos

Esta semana el Ayuntamiento de València ha comenzado a trasladar a personas refugiadas al convento de La Purísima de Alaquàs

Reportaje | Entre el miedo y el recuerdo: Así pasan sus primeros días en València los refugiados ucranianos

València

Nadia tiene 37 años.

Nadia, refugiada ucraniana, recién llegada a València

Cuando empezó la guerra reunió los ahorros que tenía y emprendió la huida de Ucrania dejando allí a sus padres en Odesa, una de las ciudades que están sitiadas por las tropas rusas. Desde Polonia consiguió volar a València. Ayer fue trasladada hasta el convento de la Purísima en Alaquàs, donde el Ayuntamiento de València está llevando a algunos de los refugiados.

El improvisado albergue tiene capacidad para cien plazas. Esta mañana ya eran 80. Entre esta tarde y mañana esperan tenerlo lleno. Allí hemos estado esta mañana viendo como se organiza la ayuda humanitaria para esta gente, la mayoría mujeres, que huyen del horror de la guerra.

Hoy la actividad en La Purísima es frenética. Trabajadoras sociales, traductores, médicos, cocineras organizan todo el dispositivo para que quienes llegan tengan todas sus necesidades cubiertas. Lo más urgente es escolarizar a los niños. De momento hoy, algunos de los refugiados que en Ucrania eran maestros se están ocupando de ellos.

Profesoras explican lo qué están enseñando a los niños ucranianos recién llegados a València

En una sala los más pequeños aprenden inglés y español mientras juegan. Los adolescentes repasan matemáticas, les pillamos estudiando los triángulos, aunque también aprovechan para conocer sus primeras palabras en nuestra lengua. Palabras de agradecimiento.

Niños ucranianos agradecen la ayuda en València

Mientras, los adultos recogen las llaves de las habitaciones donde se van a acomodar.

Refugiado ucraniano se acomoda en el albergue de València

En el comedor charlamos con Ania. Tiene 30 años. También huyó sola de Jersón. Sus padres no han conseguido salir.

Ania, refugiada ucraniana, explica cómo ha llegado a València y que su familia se ha quedado allí

Y hablamos también con una familia. Todas mujeres. Los hombres se han quedado a defender su país. Son una abuela, con su hija y dos nietas. Con la ayuda de uno de los traductores voluntarios conocemos que han tardado siete días en llegar a València en coche. Están cansadas, tristes y tienen mucho miedo por lo que le pueda pasar a los suyos.

Una familia ucraniana explica cómo ha llegado a València y que los hombres se quedaron a defender el país

El albergue está gestionado por la Fundación Amigó. Su responsable, Julián Salazar, nos explica que la prioridad, además de la manutención y el alojamiento, es el apoyo en la gestión de permisos, visados y la tarjeta sanitaria. Se les presta atención psicológica porque algunos presentan traumas como claustrofobia, al haber pasado días en búnkeres y fonofobia, miedo al ruido, tras huir de las bombas. Por cierto, necesitan psicólogo ucraniano.

Julián Salazar (Fundación Amigó) explica qué servicios están ofreciendo a los refugiados que llegan al albergue de València

En todo el recorrido nos ha acompañado Maite Ibáñez, la concejala de Cooperación y Migración del Ayuntamiento de València. Explica que se ha buscado este emplazamiento, muy tranquilo, fuera de la capital, para evitarles el bullicio en este mes de fallas. Pero advierte. Harán falta más recursos porque se espera que las próximas semanas lleguen muchos refugiados más.

Maite Ibáñez (Cooperación) explica por qué se ha elegido el convento La Purísima de Alaquàs para albergar a los refugiados ucranianos

Manuel Gil

Redactor de Radio Valencia Cadena SER