Historia | Ocio y cultura

Una lona para vestir la Casa Taller Oteiza Basterretxea

El Ayuntamiento de Irun busca mejorar la imagen del edificio y prevenir un mayor deterioro mientras se define su restauración

Lona colocada en la Casa Taller Basterretxea-Oteiza de la Avenida Iparralde. / Ayuntamiento Irun

Irún

Tal como hizo público recientemente el Ayuntamiento de Irun, se ha colocado una lona en la Casa Oteiza Basterretxea, dentro de los objetivos de realzar el valor del edificio en la ciudad. Las áreas de Cultura y Obras vienen trabajando con varias líneas abiertas para preservar el edificio, situado en la avda. Iparralde, mejorar su imagen y prevenir un mayor deterioro.

Para su diseño se ha realizado una composición en la que se combinan un alzado de la casa y un dibujo coloreado original de Luis Vallet, arquitecto que diseñó el proyecto a mediados del siglo XX. Cabe recordar que durante la construcción del edificio, el proyecto original sufrió diversas modificaciones con respecto al planteamiento inicial. Así, se reproducen los volúmenes de los dos balcones frontales, así como las carpinterías de grandes ventanales.

En el lateral se recogerá la mención "Tailer-etxea Casa-taller" así como los nombres de los responsables del proyecto: Jorge Oteiza, Nestor Basterretxea y Luis Vallet. Originalmente, esta fachada, la suroeste, estaba pintada de blanco como el resto de la casa y correspondía al ala ocupada por Oteiza. En ella se encuentran varios desagües de la terraza superior y una ventana cuadrada con carpintería metálica pintada con esmalte negro mate que correspondía al baño, todo ello reproducido en la lona.

Además de esta lona, que cubrirá las fachadas Este y Sur, también se restaura dentro de estos trabajos la fachada Norte. Para ello se desbrozará el talud anexo a la fachada y se picará el revestimiento; a continuación se raseará la fachada otra vez, se colocará malla de fibra de vidrio entre los encuentros de los diferentes materiales y por último, se pintara la fachada en color blanco. Los trabajos tienen un presupuesto de 38.102,90 euros y están adjudicados a la empresa Druck Servicios Gráficos S.L.U.

A futuro

De cara a su habilitación futura, el área de Cultura cuenta con varios estudios para recuperar la antigua casa-taller y su posible adecuación como centro cultural de referencia con una vinculación a las vanguardias artísticas y la época durante la que Oteiza y Basterretxea centraron sus procesos creativos en Irun (1957-1974). Con el nombre de 'Mugarte', el proyecto busca entre otras cuestiones trabajar la promoción y archivo de arte, cultura y frontera; y ser un espacio de creación y difusión del arte contemporáneo.

En paralelo, en relación también a la casa taller proyectada por el arquitecto Luis Vallet, y con el objetivo de recuperar su memoria e incluirla en el imaginario colectivo, desde el área de Cultura recuerdan que en 2021 se ha realizado una colaboración con el taller de arquitectura Maushaus.  Concretamente, se trató de un formato de taller familiar;  se recreó una maqueta de la casa-taller y se realizó un laboratorio de tizas, rememorando así el trabajo que realizaba el propio Oteiza. A lo largo de 2022 están previstas otras acciones para interpretar la obra de los dos artistas y los proyectos que ambos desarrollaron en la época en la que vivieron en la casa.

La casa

Ubicada en la Avenida de Iparralde, el proyecto de la casa taller se realizó entre los años 1956 y 1958 y corrió a cargo del arquitecto Luis Vallet. Construida de hormigón armado, se trata de un prisma blanco que flota sobre pilotis y que se enmarca dentro de la arquitectura racionalista. El edificio se pensó para acoger tanto la actividad artística como familiar de Oteiza y Basterretxea.

En el proyecto inicial el edificio era un contenedor de formas sencillas, una caja sobre pilotis, con espacios abiertos y luz natural en todas las estancias. Posteriormente Oteiza y Basterretxea modularon los huecos de otra forma, se ganó la azotea y se perfiló el volumen añadido del laboratorio de tizas. El edificio cuenta con dos alturas en la fachada principal y tres en la trasera, debido al desnivel del terreno. En ella destacan los cinco huecos de las ventanas, entre los que se encuentran los balcones casi cúbicos. Jorge Oteiza y Nestor Basterretxea centraron sus proyectos creativos en Irun entre los años 1957 y 1974.