Urdangarin, el símbolo de la corrupción
Los ingresos que olvida por su pertenencia a lujosos consejos de administración se deben únicamente a la persona con la que se casó
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"La línea roja" de Matías Vallés (09/03/22)
Iñaki Urdangarin estafó a toda Balears abusando de su papel en la Familia Real española según sentencia del Supremo.
Que un personaje así se dedique ahora no solo a predicar, sino a considerarse víctima de un linchamiento mediático, da idea de la degradación del país que lo acoge.
Balears es la víctima de Urdangarin, y no al revés.
El dicharachero Urdangarin habla demasiado, aunque parece claro que el juez Castro hubiera obtenido respuestas más coherentes del cuñado del Rey si le hubiera preguntado por el balonmano, en lugar de cuestionarle por los millones de euros que le arrancó al Govern de Matas a cambio de foros fantasma.
Incluso quienes pensamos que toda condena a un día de cárcel es una exageración, nos asombramos al escuchar el discurso de quien ha recibido la libertad condicional sin una sombra de arrepentimiento.
Urdangarin es el símbolo de la corrupción española a gran escala, y no consiguió ni un solo euro por su trabajo.
Los ingresos que olvida por su pertenencia a lujosos consejos de administración se deben únicamente a la persona con la que se casó.
Ningún comentario periodístico puede ser más duro para Urdangarin que el escrito acusatorio de la fiscalía de un Tribunal Supremo que le condenó a años de cárcel.
Eso sí, hay que escuchar a todo el mundo, incluso a Putin.
