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El Gobierno británico congela los activos de Abramovich, dueño del Chelsea

Reino Unido incluye al magnate ruso Abramovich en su lista de sanciones por la invasión de Ucrania

El Gobierno británico ha anunciado este jueves que ha congelado los activos del oligarca ruso Roman Abramovich, dueño del club de fútbol Chelsea (actual campeón de la Champions League), por la "estrecha relación" que ha mantenido con el régimen ruso "durante décadas". El Ejecutivo de Londres ha publicado una lista de otros siete oligarcas a los que impone sanciones por sus vínculos con el presidente ruso, Vladímir Putin, en respuesta a la invasión de Ucrania. "Esta relación ha incluido la obtención de un beneficio financiero o de otro beneficio material a través de Putin o del Gobierno de Rusia", ha explicado Londres en un comunicado sobre Abramovich, a quien también ha impuesto una prohibición para viajar al Reino Unido.

El multimillonario ruso compró el Chelsea en 2003 por una cantidad cercana a los 100 millones de euros y desde entonces lo ha convertido en uno de los equipos punteros de Europa, con 18 títulos, incluyendo dos Copas de Europa, cinco títulos de la Premier League y cinco FA Cups. Su compra del club ayudó a transformar el panorama del fútbol inglés con el Chelsea rompiendo el dominio del Manchester United, el Arsenal y el Liverpool. Sin embargo, tras el estallido de la guerra en Ucrania, el oligarca ha puesto en venta el club londinense. Sin embargo, ese proceso ahora está en suspenso, dejando al club, clasificado por Forbes como el séptimo más valioso en el fútbol mundial con 3.2 mil millones de libras, en un estado de limbo.

¿Cómo afecta al Chelsea?

El Chelsea ahora está operando bajo una licencia especial del gobierno, que permite algunas exenciones a las restricciones de congelación de activos, para permitir que el club del oeste de Londres cumpla con sus partidos. Actualmente, el equipo dirigido por Thomas Tüchel, que ocupa el tercer lugar en la Premier League y en los octavos de final de la Champions League, podrá jugar sus partidos y pagar a sus jugadores, y las emisoras podrán mostrar sus partidos por televisión. Sin embargo solo los seguidores que ya hayan comprado boletos o que tengan boletos de temporada podrán asistir a los partidos, ha dicho el gobierno de Boris Johnson, mientras que no se permitirán nuevas ventas de merchandising.

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En este sentido, el club no podrá celebrar acuerdos de transferencia para fichar nuevos jugadores ni recibir dinero por vender jugadores existentes, lo que constituye una prohibición de transferencia. No obstante, el Chelsea sí podrá seguir pagando los salarios de todos los empleados, incluido su cuerpo técnico y de juego. La secretaria de Cultura del gobierno británico, Nadine Dorries, ha dicho este miércoles que las medidas tenían como objetivo "privar a Abramovich de beneficiarse de su propiedad del club". "Sé que esto genera cierta incertidumbre, pero el gobierno trabajará con la Premier League y los clubes para que se siga jugando al fútbol mientras se asegura de que las sanciones lleguen a los previstos", ha dicho Dorries en un comunicado. "Los clubes de fútbol son bienes culturales y la base de nuestras comunidades. Estamos comprometidos a protegerlos", ha continuado.

Abramovich había financiado al Chelsea a través de 1.500 millones de libras en préstamos totales a través de Fordstam Limited, la entidad a través de la cual es propietario del club. En sus cuentas más recientes de diciembre, Chelsea informó de pérdidas de 145,6 millones de libras ya que según señaló "dependía de Fordstam Limited para su apoyo financiero continuo". La semana pasada surgieron varios posibles nuevos propietarios, incluidos varios ejecutivos deportivos estadounidenses, pero ahora hay un bloqueo en cualquier venta.

La semana pasada ya surgieron varios posibles nuevos propietarios, incluidos varios ejecutivos deportivos estadounidenses, pero ahora hay un bloqueo en cualquier venta. Una fuente cercana al Chelsea había dicho a 'Reuters' que la expectativa dentro del club era que se llegaría a un acuerdo "más temprano que tarde", sin embargo, con esta decisión, los compradores potenciales ahora tendrán que esperar para ver cómo se desarrolla cualquier eventual apelación legal de Abramovich y si hay algún cambio en la postura del gobierno británico en las próximas semanas y meses.

El primer ministro británico, Boris Johnson, aseguró este miércoles que no "puede haber refugios seguros" para aquellos que apoyan la "feroz agresión de Putin a Ucrania". "Las sanciones anunciadas son un paso más en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano. Seremos implacables en la persecución de quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos", ha subrayado Johnson. Su ministra de Exteriores, Liz Truss, ha indicado que estas medidas "demuestran de nuevo" que los "oligarcas y cleptócratas" no tienen "sitio en nuestra economía o sociedad", ya que "son cómplices de esta agresión por sus estrechos vínculos con Putin". "Sus manos están manchadas con la sangre del pueblo ucraniano. Deberían de estar avergonzados", ha añadido la jefa de la diplomacia británica.

Entre los sancionados también figuran Igor Sechin, consejero delegado de la empresa Rosneft, y Oleg Deripaska, con participaciones en el grupo En+ y cuya fortuna se estima en más de 2.000 millones de euros.

La reacción de los aficionados

El grupo de aficionados, Chelsea Supporters Trust (CST), ha instado al gobierno a involucrar a los aficionados en las decisiones futuras sobre su club. "El CST observa con preocupación la declaración del Gobierno sobre el propietario. Los seguidores deben participar en cualquier conversación sobre los impactos continuos en el club y su base global de fanáticos", han informado en un comunicado. "El CST implora al Gobierno que lleve a cabo un proceso rápido para minimizar la incertidumbre sobre el futuro del Chelsea, para los aficionados y para que los aficionados reciban una acción de oro como parte de la venta del club".