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Euskadi se moviliza para acoger hasta "3.000 o más" refugiados en tres semanas

El plan de contigencia reúne viviendas, alberges, hoteles y residencias, y "ayudas de subsistencia" para ofrecer una acogida digna

Urkullu ha presidido la primera reunión de la mesa para los refugiados de Ucrania / MIKEL ARRAZOLA

Vitoria

Euskadi ha activado un plan "provisional" de "vigencia limitada" hasta el 31 de marzo para hacer frente a la llegada de refugiados de Ucrania y que en el escenario más grave podría alcanzar los "3.000 o más" desplazados por la invasión rusa. La propuesta contempla todo tipo de alojamientos para dar "una acogida digna" a los refugiados además de "ayudas económicas de subsistencia" en coordinación con las ONG.

El documento se ha presentado en la mesa de crisis que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha presidido esta tarde y a la que han asistido representantes del Gobierno vasco, las tres diputaciones y Eudel, además de organizaciones que trabajan que trabajan en esta área.

"Se trata de un primer plan provisional con un periodo de vigencia de tres semanas. Con la información disponible en este momento, resulta imposible predecir el número de personas que pueden llegar a Euskadi, o sus plazos de llegada. A pesar de ello, las instituciones vascas tenemos la obligación de disponer con antelación los recursos necesarios para ofrecer una acogida digna a las personas refugiadas" ha señalado Urkullu.

El plan maneja dos escenarios. El primero, que es "en el que nos encontramos ahora", contempla la hipótesis de que puedan llegar a Euskadi entre 500 y 700 personas hasta el 31 de marzo. Para atenderlas, se recurriría a las plazas del Estado, además de las 200 habilitadas en los albergues de Irun, Oñati, Tolosa y Berriz, así como hoteles, viviendas municipales y de Alokabide y las ofertadas de manera solidaria por la ciudadanía.

El segundo escenario prevé entre 700 y 3.000 o más desplazamientos que obligaría a activar recursos adicionales como residencias públicas o de entidades religiosas, además de ampliar las estancias en hoteles y otros alojamientos.

Asimismo, el plan contempla la puesta en marcha de una red de traductores voluntarios, un servicio de información y acogida en aeropuertos y estaciones, y otro de orientación en cada una de las tres capitales. El plan deja en manos de las diputaciones la asistencia de los menores que lleguen sin referente familiar y de personas vulnerables.