Los costes de la energía, "inasumibles" para la industria del metal en Aragón

Zaragoza

Hay que tomar decisiones que no se están tomando. Apunta directo el presidente de CEOE Zaragoza y de la Federación del metal, Javier Ferrer, al Gobierno de España y a los impuestos como herramienta para ayudar a las empresas a sobrellevar unos costes de la energía, que considera inasumibles y que está obligando a distintas compañías aragonesas a parar su producción. Pide que se tomen ya decisiones. Así lo señalaba en La Rebotica de Radio Zaragoza.

De difícil y complicada califica Ferrer la situación que atraviesan decenas de empresas en Aragón por culpa de los costes de la luz y la energía. Son, dice, inasumibles e inaceptables, y la que no ha parado la producción se lo está planteando ahora. Esto, subraya, nos afectará a todos.

Así, "la producción de acero, la producción de aluminio... se encarece y, como consecuencia, si se repercute en los demás, al final es la lavadora la que sale más cara, o las manzanas; todo repercute en todo, la cadena de producción hace que se encarezca la vida y así estamos con la inflación".

Abaratar la energía

El gobierno engorda ingresos con los impuestos que ahora suben costes. El Estado, dice Ferrer, gana, porque "está recaudando muchísimo más; eso en primer lugar" y, además, "la repercusión en el coste de la energía, de las subastas de emisiones de CO² está siendo muy preocupante, es absolutamente injustificado", continúa Ferrer.

Intervenir en el mercado, desacoplar el precio del gas al de la luz y rebajar impuestos. Es lo que pide desde la patronal Ferrer, porque asegura que los fondos europeos no están llegando para esto, y hay decisiones que no se están tomando.

"No les está llegando a las empresas" y, además, "hay otras fórmulas para abaratar la energía que se pueden tomar, de carácter inmediato y que no se están tomando".

Resistir

Empresas como Alumalsa han parado ya su producción, otras como Ebroacero resisten, sin saber hasta cuándo. "Resistiremos lo que podamos porque va en contra de nosotros mismos parar, pero si no podemos, pues no podremos". Lo dice Alberto Baños, de su equipo directivo. Son empresas electrointensivas.

El problema es que no hay rentabilidad en producir con unos costes semejantes. Y esto ocurre justo cuando la economía empezaba a ir viento en popa, pero "con un coste tan elevado de la energía hace que trabajemos en pérdidas", por lo que "no somos rentables".

Baños redunda en la idea de ayudar a las empresas a mantener la competitividad, sino, dice, lo hacen otros y aumentan los competidores. "Hay países como Francia que sí que están ayudando a las empresas en el coste energético". Así, "mi competidor está a 300 kilómetros y ya no podemos decir que le gano por el valor añadido", explica.

O lo que es lo mismo: "Es como yo pero encima le está costando menos; así que muy mal".