Hora 25El análisis de Xavier Vidal-Folch
Opinión

Otra vez negociaciones mientras se mata

Llevamos quince días de fracasado paseo militar. Será militar, pero no es paseo. Ni fulgurante, ni instantáneo, ni rápido

Otra vez negociaciones mientras se mata

Barcelona

No es una batalla convencional contra el Ejército ucraniano. Es una guerra frontal contra niños, recién nacidos, madres recientes y embarazadas. El bombardeo del hospital de Mariúpol marcó un antes y un después en la indecencia criminal de Putin. No solo incumplió su promesa de que no atacaría a la población civil. Es que dispara, ante todo, y antes de nada, contra ciudadanos, viejos y chavales.

A esa acción perversa se le junta el cinismo de celebrar simultáneamente (sin parar de disparar) otro encuentro de negociación diplomática, en Turquía. Como si Moscú quisiera ganar en las conversaciones, lo que está perdiendo en el terreno. Pues no sabe ganarlo, solo destruirlo. Llevamos quince días de fracasado paseo militar. Será militar, pero no es paseo. Ni fulgurante, ni instantáneo, ni rápido.

¿Por qué Putin rompe su promesa de respetar a los civiles? Quizá porque le falla todo lo demás. Todos sus cálculos han sido erróneos. Despreció a los ucranianos, y resisten. Tildó de nazi y payaso a Zelenski, y forja un líder. Minusvaloró a los europeos pensando que se dividirían y se quedarían quietos, y responden con armas y sanciones, incluso aunque algunas de estas les perjudiquen. Creyó que el mundo le aplaudiría, y solo 3 países le apoyaron en la ONU. Previó que sus reservas económicas le sostendrían, pero camina directo hacia la ruina. Y hasta sus amigos oligarcas empiezan a abandonarle.

Xavier Vidal-Folch

Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...