Pánico en el Reino
Los rectores de la Cultural temen otra caída en picado. Perder contra el Logroñés abriría la caja de los truenos

La Cultural afronta otro duro momento en una temporada para el olvido / Isaac Llamazares

León
La inmediatez del siguiente partido ha mitigado los efectos de una de las peores derrotas de la Cultural en la última década. Como equipo de la tercera categoría no perdía 4-0 desde 2015 en Guijuelo. Y pudo ser peor de no ser por Dani Sotres, que evitó una goleada de época que hubiera provocado un seísmo en la casa blanca, pero, por el momento, terapia de grupo para salir cuanto antes del bache que temen en las esferas altas del club pueda convertirse en un socavón que convierta el final de temporada de una pesadilla. Flota en el ambiente lo ocurrido en el epílogo del curso anterior con cinco derrotas consecutivas que acabó con el proyecto, entrenador y casi toda la plantilla incluidos.
Hay cierto pánico en el Reino de León por las pésimas sensaciones que transmite un equipo que en ningún momento le ha cogido el pulso a la competición. Por eso se tomó una decisión traumática en diciembre y se acudió al mercado para hacer numerosas incorporaciones, pero dos meses después el efecto Curro Torres se ha esfumado, así como el de los fichajes. Benito apenas ha tenido presencia, Álamo solo ofrece chispazos, Escobar ha ido de más a menos y la actuación de Fran Cruz y de toda la defensa en Santander vuelve a apuntar a la política de contrataciones. Se duda de todo en el seno de la Cultural, que debe reaccionar este mismo domingo si no quiere que en dos semanas la tabla le lleve a mirar por el retrovisor. En diez días visitará Riazor y visto lo visto anoche en El Sardinero hay nulas esperanzas de éxito, por lo que el duelo ante la SD Logroñés resulta de nuevo trascendente para frenar la temida caída.
Se mira con lupa a Curro Torres y las controvertidas decisiones de las últimas jornadas. Sorprendió el cambio de sistema y las facilidades con las que el Racing resolvió el plan del técnico catalán, que ha perdido el rumbo y que no pudo resolver el desaguisado a pie de banquillo por su expulsión del viernes. Además, sigue sin presentar una alineación estable, ha perdido para la causa a jugadores como Obolskii y se ha topado con el peor momento de Aarón. Un ejemplo de cómo está la Cultural es que ayer en el feudo santanderino la primera alternativa al desastre fue Kalvin Ketu...
En la mañana gris de Puente Castro la digestión de la derrota se hizo de puertas hacia dentro, con la rutinaria sesión de recuperación post partido y la necesaria charla para cerrar filas. La plantilla descargó de responsabilidad al cuerpo técnico y asumió la falta de actitud mostrada como un comportamiento que no se puede repetir, especialmente el de algunos jugadores. Solo un buen resultado el domingo calmará los ánimos a todos los niveles.




