El Castillo de los Sarmiento, fortaleza de ensueño para todos los públicos
La fortaleza de Fuentes de Valdepero, a tan solo diez kilómetros de la capital palentina, ofrece una amena visita para el turismo familiar
Palencia
El Castillo de los Sarmiento, en Fuentes de Valdepero, constituye uno de los recursos turísticos y culturales más atractivos de la provincia de Palencia, una fortaleza que bien merece una visita que resulta interesante y amena para el viajero de cualquier edad, idóneo para acudir en familia o con allegados y amigos.
Ubicado a tan solo diez kilómetros de la capital palentina, el castillo reabrió sus puertas al público el pasado 1 de marzo tras permanecer cerrado, las siete semanas centrales del invierno después de las fiestas de Navidad. Junto a ese recorrido a disposición del público, acoge el Archivo de la Diputación de Palencia, administración propietaria y gestora del inmueble, a través de su Servicio de Cultura.
Conocer las claves arquitectónicas de uno de los castillos más imponentes de su tiempo, cuya construcción se remonta a mediados del siglo XV, o disfrutar de la magnífica panorámica de Tierra de Campos que se disfruta desde su torre del homenaje —aun cuando su altura actual tras la rehabilitación no alcanza la que llegó a poseer originariamente— son solo dos de los alicientes de este castillo, que también acoge una simpática y curiosa exposición —a base de figuras de plastilina— sobre algunos de los principales hitos del pasado de la provincia.
Se trata, en suma, de una fortaleza cargada de historia, y asociada también con alguna leyenda, episodios que los visitantes pueden conocer mediante las visitas guiadas al Castillo de los Sarmiento, que actualmente abre sus puertas al público los días festivos y los fines de semana (viernes, sábados y domingos), en horario de mañana (10:30-14:00) y tarde (16:00-18:00). Este régimen se amplía a partir del 1 de mayo, al entrar a funcionar su horario de verano, que incluye —hasta el 15 de octubre— la apertura todos los días de la semana (excepto los lunes), con idéntico horario matinal (10:30-14:00), pero ampliado para las visitas vespertinas (17:00-20:00).
En todo caso, debido a la actual situación de pandemia, la visita se canaliza en grupos reducidos, así que se aconseja la reserva telefónica (979 767 732 | 687 930 738) para evitar esperas innecesarias y prolongadas, o acudir con los cupos establecidos ya completos. El precio de entrada, que incluye la visita guiada, es de tres euros, si bien se establece una tarifa reducida —1,50 €— para grupos de diez personas o más, estudiantes, poseedores del carné joven o de Amigos del Patrimonio, jubilados, pensionistas y familias numerosas. Pueden acceder gratis el personal adscrito a instituciones museísticas, los profesores, los guías de turismo, los asistentes de visitantes con discapacidad, los periodistas para el ejercicio de su actividad profesional, que acrediten debidamente su respectiva condición.
La historia del castillo de Fuentes de Valdepero se encuentra íntimamente ligada al linaje de los Sarmiento, familia que ya en el siglo XIII aparece como rica hacendada vinculada con Villarramiel, Lomas y el valle de La Cueza, cuyo apellido pudiera derivar de su especial dedicación a la viticultura. El linaje asentó su poder en torno a dos grandes áreas: el Cerrato y el sur del reino de Galicia, donde ejercieron como adelantados mayores (es decir, oficiales al servicio de la corona de Castilla con poderes judiciales y militares) desde mediados del siglo XIV.
SIGLO XV. En 1428 era señor de la villa de Fuentes de Valdepero don Diego Pérez Sarmiento, tercero de la estirpe en llevar este nombre, a su vez adelantado y justicia mayor de Galicia. El rey Juan II de Castilla (1405-1454) lo nombró primer conde de Santa Marta de Ortigueira el 15 de noviembre de 1442. En 1465, renunció al adelantamiento de Galicia en favor de su hijo don Bernardino. Precisamente entre estas dos fechas —1442 y 1465— cabe situar las obras de edificación del castillo en su etapa inicial, cronología que han corroborado las prospecciones arqueológicas efectuadas durante las obras de rehabilitación, que sitúan en el siglo XV los primeros indicios de ocupación del solar. Esa datación concuerda con dos inscripciones que portan sendos escudos con las armas de la familia Sarmiento en el cubo sudeste: «Don Diego Perez Sarmiento conde de Santa Marta, adelantado mayor de Galisia».
El reparto de los bienes que dejó a su muerte don Diego Pérez Sarmiento motivó que la villa de Fuentes de Valdepero dejara de pertenecer a la heredad del adelantado mayor de Galicia y conde de Santa Marta, para pasar a una rama colateral de los Sarmiento: en concreto, a Andrés de Ribera, casado con una nieta del conde, doña Constanza. Por entonces se realizó una estimación del coste que supuso la construcción de la fortaleza, cifrado en más de dos millones de maravedíes.
Su descendiente, Andrés de Ribera II, señor de Fuentes, es trágico protagonista de uno de los hechos más relevantes en la historia del castillo: en enero de 1521 sufrió el asedio de los Comuneros a las órdenes del obispo Antonio de Acuña, a quien permitió la entrada en la fortaleza tras negociar una capitulación honrosa. Sin embargo, el prelado no respetó el acuerdo, apresó a toda su familia y saqueó cuanto había de valor en el castillo, que permaneció en poder de la revuelta comunera hasta finales de abril de ese año, con Acuña ya elegido arzobispo de Toledo, en fechas próximas a su derrota en la batalla de Villalar ante las tropas del emperador Carlos I. Al parecer, los vecinos de Fuentes de Valdepero se mantuvieron al margen del conflicto y solo a título particular consta la participación de algunos en ambos bandos.
El ataque comunero y los sucesos posteriores debieron causar tal impresión en Andrés de Ribera II que, al acometer las obras de reparación de los desperfectos causados en la fortaleza, la remodeló probablemente con el objeto esencial de hacerla inexpugnable, al punto de que se engrosaron sus muros de forma excesiva —en algunos puntos poseen y se achicaron puertas y ventanas, quizá de manera desproporcionada y anacrónica para el estilo constructivo de la época. En 1531, tal vez sin concluir esa remodelación emprendida a raíz de los sucesos de una década ante y después de pleitear mucho tiempo con los vecinos por el monte, vendió el señorío de Fuentes y el castillo a don Diego de Acevedo.
PRIMERA CONDESA DE FUENTES. La siguiente transmisión de la propiedad corresponde a su hija, doña Juana de Acevedo y Fonseca, a quien Felipe II nombró —siendo señora de Fuentes de Valdepero— primera condesa del lugar. Tras sucesivas transmisiones, en 1739 el castillo y el título condal pertenecían a doña María Teresa Álvarez de Toledo, con quien entroncó la Casa de Alba. La propiedad de la fortaleza, sin embargo, se desvinculó en 1874 de esta casa, que sigue detentando el título condal.
La Diputación de Palencia adquirió el inmueble, muy deteriorado, en 1995, gracias al impulso y las gestiones de la Asociación de Amigos del Castillo y Monumentos de Fuentes de Valdepero. La institución provincial acometió importantes obras de rehabilitación y acondicionamiento del entorno, así como la construcción de un edificio inserto en el patio de armas, donde está instalado el Archivo de la Diputación desde 2006.
Construido en piedra de grandes sillares, presentaba originalmente un recinto cuadrado con cubos en las esquinas y una gran torre del homenaje en el lienzo norte, posiblemente almenado. Fue en su tiempo, desde un punto de vista arquitectónico, la más importante fortaleza de Castilla, cuya torre del homenaje no tuvo rival en anchura y longitud, ni probablemente en altura, con tres pisos abovedados, a los que se sumaban el remate del adarve y las almenas, si es que alguna vez se llegó a completar esta parte.
DOS MIL METROS CUADRADOS. El grosor de sus muros es el mayor en España de todos los castillos del siglo XV, con once metros de espesor en algunos puntos. Mide aproximadamente sesenta metros de largo por treinta y siete de ancho, por lo que ocupa una superficie de algo más de dos mil metros cuadrados, con un perímetro de ciento setenta metros. La torre del homenaje actual tiene una altura de veintidós metros, que brinda una espléndida vista sobre el caserío de Fuentes de Valdepero y sobre una amplia zona de Tierra de Campos.
Esta fortaleza se adscribe a la llamada Escuela de Valladolid y puede atribuirse al mismo cantero que efectuó las torres de Fuensaldaña, Peñafiel, Torrelobatón y la parte baja del castillo de Belmonte de Campos. El cubo sudeste, único de la construcción original que se mantuvo en pie, luce dos escudos circulares iguales, con las armas del adelantado mayor de Galicia, don Diego Pérez de Sarmiento. El uso palaciego y residencial del castillo puede constatarse por antiguas fotografías, que muestran un antepecho plateresco en la galería alta del patio, con columnas poligonales, elementos que probablemente son los que hoy se encuentran en la iglesia parroquial de Fuentes de Valdepero, así como otros dos escudos vinculados con el linaje de los Sarmiento, adonde debieron trasladarse a finales del siglo XIX.