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Gabriel Boric se convierte en el presidente de más joven de la historia de Chile con la misión de liderar un cambio "profundo" para Chile

Su banda presidencial la ha cosido un sindicato de costureras surgido de las protestas populares de 2019

El presidente de Chile, Gabriel Boric, saluda a los asistentes al Congreso Nacional tras recibir la banda presidencial. / Alberto Valdes Alberto Valdés (EFE)

VALPARAÍSO

El líder de la izquierda chilena, Gabriel Boric, ha sido proclamado hoy presidente de la República en una solemne ceremonia en el Congreso, cargada de simbolismo y a la que ha acudido un nutrido grupo de jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, entre ellos el rey Felipe VI.

"Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo", proclamó el exlíder estudiantil cuando asumió el cargo en un inédito guiño a los pueblos originarios, que representan el 13 % de la población del país.

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Con apenas 36 años, Boric se ha convirtido en el mandatario más joven de la historia chilena y el primero que no forma parte de los dos bloques de centro que han gobernado el país desde el retorno a la democracia en 1990.

El nuevo presidente del Senado, el socialista Álvaro Elizalde, le ha impuesto la banda presidencial a un Boric sin corbata, visiblemente emocionado y que ha acudido a la investidura acompañado por su pareja, Irina Karamanos, tras desayunar horas antes con unos dirigentes sociales.

"Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos para estar a la altura de los desafíos que tenemos", ha dicho el mandatario en unas breves declaraciones a los medios a su salida del Senado, ubicado en la costera ciudad de Valparaíso, a 150 kilómetros al este de Santiago.

Posteriormente, se ha subido a un Ford Galaxy descapotable, conducido por una agente de Carabineros, en otra señal inequívoca de que el feminismo será un eje central de su Gobierno, el primero del continente con más mujeres que hombres. En el auto le acompañaba además la nueva ministra del Interior, Izkia Siches, que es la primera mujer en la historia chilena que ocupa esta cartera.

El gobernante se ha bajado del auto tras recorrer unos metros para saludar a la gente que le esperaba fuera del perímetro de seguridad y ha partido para la vecina Viña del Mar para almorzar con las delegaciones internacionales.

Tras el almuerzo se ha dirigido a La Moneda para pronunciar su primer discurso oficial como presidente.

"Un día histórico"

"Es un cambio de mando ciudadano, un día histórico. Estamos en medio de un proceso constituyente y (este es) un Gobierno que plantea transformaciones profundas, paso a paso, pero profundas", ha declarado la nueva portavoz del Gobierno, Camila Vallejo.

Defensor del proceso constituyente en el que está inmerso el país para enterrar la actual Constitución, heredada de la dictadura y de corte neoliberal, Boric ha prometido una profunda agenda de reformas para construir un modelo parecido al europeo.

A la toma de posesión han acudido los presidentes de Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina, República Dominica, Paraguay y Bolivia, mientras que Estados Unidos, en plena guerra de Ucrania, ha enviado a su encargada para las pequeñas y medianas empresas,

"Chile es un país tradicionalmente hermano de buenas relaciones con Ecuador desde siempre y teníamos que estar presentes para felicitar al presidente Boric y desearle mucho éxito en su gestión", ha señalado el mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso.

"La historia se reconcilia con Chile"

En representación de España, ha acudido el rey Felipe VI, acompañado de la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, quien en declaraciones a Efe ha asegurado que "la historia se reconcilia con Chile y abre las puertas a un nuevo futuro".

"Un proyecto de país amplio, feminista, con mayoría de mujeres, plural, ecologista, que da el protagonismo a los jóvenes", ha añadido Díaz.

Además de las delegaciones internacionales, Boric ha extendido invitaciones personales a un puñado de personalidades nacionales e internacionales, entre las que se estaba Gustavo Gativa, el joven que se quedó ciego en la ola de protestas de 2019 y se convirtió en todo un símbolo de la violencia policial.

También ha acudido a la ceremonia la escritora nicaragüense Gioconda Belli, una de las principales opositoras al régimen de Daniel Ortega. "Tengo enorme esperanza que esta nueva izquierda se convierta en una nueva alternativa en América Latina", ha dicho la antigua guerrillera sandinista.