"Cogí un autobús hasta Polonia y regresé con mi familia a Arnedo"

Calahorra

No hace falta hablar ucraniano para entender que Tatiana, Iván, Ruslana y Pablo tienen el sonido de la guerra dentro de sus cabezas. Sus ojos y sus caras, a pesar de las mascarillas, lo dicen todo. Están aterrorizados, están con miedo, están tristes... y aun con todo y con ello, miran al frente e intentan construir una vida nueva. Llevan tan solo unos días en Arnedo y desde entonces, Yuriy, hermano de Tatiana, acoge a todos ellos en su casa.

"Me llamaron desde Ucrania, me dijeron que estaban escondidos en sótanos y que había bombardeos. Tenían que salir", explica Yuriy en los micrófonos de Radio Calahorra. Este ucraniano residente en Arnedo que trabaja como camionero no lo dudó ni un minuto. "Cogí un autobús hasta Polonia, los recogí y después cogimos otro autobús hasta Bayona, en Francia. Me los he traído a Arnedo". Salieron a tiempo, porque ahora la ciudad está bloqueada, los policías lo están controlando todo y la gente tiene mucho miedo, añade.

El idioma, una barrera

Este ucraniano está siendo vital para su hermana y su familia. "El español es muy diferente al ucraniano. No se parecen en nada. Tengo que hacer de traductor". Para ello, Yuriy ha pedido en el trabajo una semana de vacaciones. "Estamos haciendo todo el papeleo. Lo importante es que los niños vayan a la escuela para que puedan evadirse de esta situación".

Vivienda en Calahorra

Esta mañana han visitado Cruz Roja Calahorra. Será en esta localidad donde, en un primer momento, Tatiana, Ruslana y los dos niños residan. "Nos han dejado una vivienda en Calahorra, para que mi familia pueda estar mientras encontramos algo en Arnedo. De momento tiene que ser así, la idea es que vengan a Arnedo, porque yo les puedo ayudar, sobre todo con el idioma" indica Yuriy, quién solo tiene palabras de agradecimiento hacia todas las entidades que están ayudando al pueblo ucraniano. "Gracias a Cáritas, a Cruz Roja, a todos los riojanos en general. Estamos muy agradecidos por todo lo que están haciendo por nosotros. Son días muy difíciles."

Una vida atrás

Y es que Yuriy asegura que su familia ha dejado una vida atrás. "Allí, en Ucrania se han quedado sus pisos, sus trabajos... todo. Solo nos queda esperar y confiar en que el conflicto acabe pronto y puedan volver a sus hogares". Yuriy además recuerda a su otra hermana. "Tengo una hermana en Ucrania que se ha quedado allí. No quiere venir porque a mi sobrino no le dejan salir del país por la guerra. Ha dicho que se queda con él".