Ainhoa Ondarzabal: “Estamos valorando cómo y con qué alcance podríamos impulsar alguna línea de financiación”
La directora de internacionalización de la Agencia Vasca de Desarrollo empresarial ha explicado, en Hora 14 Euskadi, los problemas que están sufriendo las empresas vascas implantadas en Rusia y Ucrania
Bilbao
La situación en Ucrania está teniendo consecuencias directas en la economía diaria. La consejera Arantxa Tapia ya acuñó en La Ventana Euskadi el término “emergencia energética” y un día más tarde el Lehendakari habló de “economía de guerra”. Ainhoa Ondarzabal, directora de internacionalización de la Agencia Vasca de Desarrollo empresarial, ha admitido en Hora 14 Euskadi que la situación es diversa, “depende del sector de actividad de cada una y de si son exportadoras a Rusia o están implantadas en el propio mercado”. Aunque ha confesado que están registrando problemas importantes en “distintas direcciones para aquellas que están exportando”. Entre ellos ha destacado dos: “Las consecuencias de las sanciones, que añaden una problemática burocrática y problemas en torno a transporte y despachos aduaneros y la rotura de la cadena de suministro, sobre todo en consecuencia del aumento de precios de materias primas y energía”.
Ainhoa Ondarzabal: “Estamos valorando cómo, con qué características y con qué alcance podríamos impulsar alguna línea de financiación”
En el mercado ruso hay 36 empresas vascas implantadas que han notado de manera rápida y directa el impacto de las sanciones: “En este momento las empresas implantadas ahí lo que nos están trasladando es sobre todo una preocupación por las paradas y por los cierres de planta, por las sanciones y por una salida de grandes empresas internacionales”. Además de en Rusia, Euskadi tiene empresas implantadas en los mercados de otros países limítrofes. “En estos países hay empleados ucranianos que están dejando sus trabajos para ir a combatir”, ha explicado.
Ante esta situación la directora de internacionalización de la Agencia Vasca de Desarrollo empresarial, ha admitido que se está haciendo un seguimiento pormenorizado e identificando la problemática de cada empresa. “Notamos problemas en cuanto a los riesgos financieros y tesorería, y en esa dirección estamos valorando cómo, con qué características y con qué alcance podríamos impulsar alguna línea de financiación flexible”.