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Efecto Pegatina: "El reguetón y el trap nos ha obligado a no parar de sacar canciones de consumo rápido"

La Pegatina y Efecto Pasillo están de gira conjunta. Con ellos comentamos cómo ha cambiado la industria musical, la necesidad de producir nuevas canciones y directos

Efecto Pegatina: "El reguetón y el trap nos ha obligado a no parar de sacar canciones de consumo rápido"

Efecto Pegatina es la fusión entre la banda grancanaria Efecto Pasillo y el grupo catalán La Pegatina. A los dos les unen los ritmos y las letras de sus canciones. También una manera de entender la vida, de disfrutarla, y de olfatear la industria musical. Y tienen, además, una capacidad creativa desbordante, no dejan de componer, de sacar temas cada poco tiempo. Comparten productor, Tato Latorre, el artífice de este matrimonio. Pusieron en común ideas de canciones a medio hacer y de ahí surgió Ahípamí, su hasta ahora primera y única colaboración.

Juntos han emprendido una pequeña gira para presentar este tema y sus otras canciones. Han tocado ya en Zaragoza y Barcelona. Sus próximas paradas son Valencia (13 de marzo) y Murcia (22 de abril). Hablamos de todo ello con Adrià Salas, vocalista y guitarrista de La Pegatina, e Iván Torres, vocalista de Efecto Pasillo.

Adriá Salas, de La Pegatina, e Iván Torres, de Efecto Pasillo.

Adriá Salas, de La Pegatina, e Iván Torres, de Efecto Pasillo. / Pablo Camuñas

En La Pegatina sois nueve, en Efecto Pasillo cuatro. Habéis formado una pedazo familia numerosa, ¿quién reparte el bacalao, como decís en la canción?

Adrià: Iván, Iván

Iván: Jajaja... qué va, qué va, aquí se reparte muy igualitariamente.

Adrià: Han grabado todos los músicos de ambas bandas, además. Podríamos haber necesitado solo a un bajista o a un solo batería, pero no, grabamos todos. Y Tato quiso que tuviera el estilo musical de cada uno, un poco de reggae-pop, un poco de ska...

Son ritmos, al final, muy parecidos, muy bailables

Iván: Sí, lo que transmiten las canciones es parecido, pero La Pegatina tiene más ska, merengue y otros ritmos latinos. En Efecto Pasillo piensas más en pop o reggae.

Las letras también son similares: ganas de bailar, de fiesta, de abrazar

Adrià: Sí, cuando con La Pegatina me han preguntado por la pandemia y todo esto, decía: tantos años cantándole al carpe diem, que ahora nos lo hemos comido con patatas. Lo de vive el presente. Ahora no hay otra. En un momento en el que todo cambia tan rápido, o vives el presente o futuro no hay. De todas formas, no siempre una canción que tiene buen rollo, la letra transmite lo mismo.

Iván: Sí, somos festivos, aunque la letra diga que estoy hecho polvo.

Adrià: No es un positivismo de ay, estoy mal, pues ponte bien y ya estoy bien. No es ese mensaje sencillo. Es intentar inyectar ganas de vivir, pero con más matices que un ponte bien, ya está.

¿Hasta dónde llega este matrimonio de conveniencia?

Iván: Hasta que la muerte nos separe.

Adrià: En el camerino pensamos a veces en alguna cosilla, pero no sabemos, porque ahora estamos cada grupo presentando nuestros discos nuevos o avanzando el disco nuevo que vendrá de cada uno, preparando giras de verano, así que si sucede algo, ya veremos cuándo será, pero nada inminente.

Efecto Pasillo acaba de sacar un disco aniversario, Diez. También ha adelantado algún tema nuevo. La Pegatina lleva un año entero sacando sencillos, uno tras otro. ¿Es mejor sacar hoy canciones sueltas o un EP que un disco? Cuesta que la gente se detenga a escuchar un disco completo, prefiere consumir cosas más rápidas, variadas...

Adrià: Con la palabra consumir ya lo estás diciendo todo. Ahora vamos súper rápido escuchando una canción. Me gusta o no me gusta, hacemos como con Tinder, en tres segundos sabes si te gusta o no. Dicen que basta tres segundos para enamorarte a primera vista en Tinder, pues con las canciones pasa lo mismo. Igual nos ha costado medio año hacer un disco y la gente se pone el disco y dice esta me la guardo, esta no, esta la meto en esta playlist, esta no. Y ya está consumido el disco. El reguetón, el trap y toda la música urbana, como podían hacer en su casa una canción cada semana y sacarla, cada una con una promoción, ha cambiado todo. Con las grandes plataformas de streaming, nos hemos dado cuenta de que ahora interesa estar en las playlist de las plataformas. Las canciones de un disco, que no van a una lista de novedades o similar, no tienen fuerza de reproducciones. Todo se ha enfocado hacia ahí, nos ha obligado a los demás a no parar de sacar temas y con sus videoclips. Y eso es mucho más complicado, más trabajo, más dinero...

¿Y compensa?

Adrià: Compensa cuando tocas. A nadie le puede compensar, salvo que tengas muchas visitas, solo estar en el streaming. La principal fuente de ingresos de bandas como nosotros es tocar.

¿Y vuestros discos tienen un hilo conductor o son canciones sueltas?

Adrià: Ahora ya no, ahora no interesa el hilo conductor

Iván: Es lo que hay, hay que sacar canciones que sean de consumo rápido, porque la gente se enamora o no, te la coloca en una playlist o no y ya, después es recurrente en sus playlist depende del momento vital que tengas. Sacar un disco entero ya no tiene sentido, porque las demás canciones se pierden y para las plataformas, además, se convierten en antiguas. A los cinco meses, las canciones se vuelven antiguas y ya no te entran en ninguna playlist. Nosotros, Efecto Pasillo, acaba de sacar Las cosas del querer, que va a formar parte de un nuevo disco: Los reyes del mambo. Para recuperar un poco ese concepto antiguo de darle un significado global a un proyecto, hemos querido hacer una serie de piezas audiovisuales, tipo cortometrajes. Hemos dividido el disco en 6 u 8 cortometrajes, que van a salir previos a cada videoclips de las canciones. Y cada videoclip va a estar relacionado con el cortometraje previo. ¿Compensa? Económicamente no, compensan los conciertos, pero artísticamente te alimenta. Nos nutre.

Adrià: Nosotros estamos a punto de sacar un disco, Hacia otra parte, el 29 de abril. Todo de colaboraciones internacionales en cada una de las canciones. Sobre esto del concepto del disco, en las letras yo sí pienso que, como sacamos un disco cada dos años, es verdad que no somos los mismos ahora que hace dos, cuatro o seis años. Y eso sí se refleja en las letras, que las de un mismo disco tienen cosas en común, van por un mismo sitio. En un disco hablamos más de la hipocresía de la gente que está en el poder, en otro más de meditar y pensar hacia dentro... depende del momento en el que estás haciendo las letras, eso conceptualiza el disco.

Sin embargo, según algunos estudios, las canciones del momento no son siempre las más escuchadas. La música más consumida el año pasado es música de catálogo, canciones que tienen dos años o más de vida.

Iván: Mi duda es, ¿qué canciones se van a convertir en clásicos de estos dos últimos años? Y esto es una reflexión de señor mayor

Adrià: Hay tantas canciones de verano.

Iván: Exactamente.