En el fondo del mar, matarile...
Hablamos con Jacinto Antón de barcos hundidos
Aparecen los restos de algunos barcos míticos hundidos
Madrid
El pasado martes, una expedición a bordo del buque Agulhas II descubría los restos del Endurance en las aguas del Mar de Weddell, en la Antártida. El Endurance se hundió el 21 de noviembre de 1915 aplastado por el hielo en el que estaba atrapado desde hacía un año. El explorador polar Ernest Shackleton lo reclutó como el barco de su Expedición Imperial Transantártica, que tras desembarcar en la costa desde el mar de Weddell, debía atravesar el continente hasta el mar de Ross pasando por el Polo Sur. Frente a la épica de otras expediciones polares, Shackleton decidió salvar a su tripulación, formada por 28 hombres, y la aventura duró casi dos años hasta que pudieron ser rescatados.
También hace unas semanas aparecían los restos del Endeavour, el barco que, a finales del siglo XVIII fue capitaneado por James Cook en una expedición científica en la que, supuestamente, se descubrieron Australia y Nueva Zelanda (hay evidencias de que portugueses y españoles habían llegado ya a estas tierras. El barco siguió navegando después de la expedición de Cook y fue hundido en un episodio relacionado con la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.
Se calcula que hay más de dos mil barcos españoles hundidos a lo largo y ancho de todos los mares. Uno de ellos, la fragata Mercedes, fue localizada por la empresa norteamericana Odissey en 2007. La nave había sido hundida por un ataque británico en 1804. Entre los restos del barco había casi 600 mil monedas, que fueron reclamadas por el Estado español y que fueron recuperadas tras un largo litigio contra la empresa en los Estados Unidos. Ahora esas monedas están en ARQUA, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Cartagena). María Agúndez, Coordinadora del Plan Nacional de Patrimonio Subacuático nos cuenta cómo se determina a quién pertenecen los restos de un navío, cuántos son los barcos españoles que permanecen hundidos y cuál es la legislación que rige cómo deben ser tratadas y conservadas estas naves.