Segundo aniversario del estado de alarma: casi 460.000 contagiados y 3.475 fallecidos en la provincia de Alicante

Alicante

Mañana, 14 de marzo, se cumple el segundo aniversario de la aplicación del estado de alarma con motivo de la expansión de la pandemia del coronavirus, motivo por el cual la población tuvo que realizar un confinamiento domiciliario durante 99 días.

Dos años después, la pandemia ha dejado en la provincia de Alicante 458.433 contagiados y 3.475 fallecidos, un agravamiento de la salud mental de la población, una crisis económica de la que se comienza a salir progresivamente y un aumento considerable de la brecha social. La vacunación ha conseguido, a día de hoy, reducir drásticamente la afectación de la enfermedad.

En lo estrictamente sanitario destacan historias como la de Marcos González, quien justo hace dos años comenzó a tener los primeros síntomas compatibles con la COVID-19. Algo similar a un constipado, pensaba, con dolor de cabeza, fiebre y tos. A los pocos días perdió el olfato y el gusto.

El 20 de marzo de 2020 ingresó en el Hospital General de Alicante para pasar 101 días en la UCI, de los cuales más de 90 estuvo en coma inducido. Tras salir de la unidad de críticos estuvo dos meses y medio más en planta y luego pidió el traslado al hospital de San Vicente donde hizo la rehabilitación durante cinco semanas. Volvió a su casa el 25 de agosto.

Tras ello trabajó intensamente durante ocho meses para volver a ponerse de pie, ahora se encuentra mucho mejor, aunque sigue teniendo secuelas, el denominado Covid persistente. A pesar de ello, se siente un afortunado y de hecho ha publicado un libro "Nunca Rendirse" donde cuenta cómo se vive la pandemia vista desde dentro.

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Los problemas de salud mental de los ciudadanos es otra de las consecuencias derivadas de estos dos años de pandemia, y que, en estos momentos, se une al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Óscar Cortijo, vicedecano del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat, asegura que las reservas psicológicas de la población se encuentran "muy al límite" con datos muy preocupantes. Casi un 5% de los ciudadanos sufren ansiedad o depresión, se ha producido un aumento del 30% de suicidios entre la población joven, así como un incremento de los trastornos alimentarios.

El horizonte para los próximos meses será "muy complejo", explica Cortijo, ya que a la situación generada por la pandemia se sumarán trastornos psicológicos más importantes provocados por las consecuencias de la guerra.

En el ámbito económico, se comienzan a recuperar los niveles de empleo dos años después, aunque no para todos los sectores o trabajadores. Desde INECA recuerdan que, en el sector de la hostelería o el turismo, por ejemplo, siguen trabajando "a medio gas".

Francisco Llopis, director de Estudios, admite que, pese a esta recuperación, la crisis bélica va a tener sus consecuencias, sobre todo, por la incertidumbre generada. Señala que también llegarán a la provincia de Alicante porque habrá restricciones en determinados recursos, así como la subida de precios.

Precisamente, el sector turístico de Benidorm y la Costa Blanca espera recuperar la normalidad perdida tras los años de pandemia durante los días previos a Semana Santa. Durante el próximo mes se espera que abran todos los hoteles de la planta a excepción de los que siguen en reformas.

Desde la patronal hotelera HOSBEC aseguran que no han registrado un gran número de cancelaciones en el corto plazo, con motivo de la guerra entre Rusia y Ucrania, por lo que el próximo mes de abril se asemejará y mucho a los niveles de antes de la pandemia.

A pesar de ello, su secretaria general, Nuria Montes, explica que la situación es de tremenda volatilidad y de una incesante preocupación ya que la crisis bélica complica el panorama económico internacional.

El fuerte incremento de los costes hace que el turista cada vez tenga menor poder adquisitivo, lo que podría modificar en el largo plazo los patrones de comportamiento como reducir los días de estancia o la categoría de los hoteles. Ahora mismo, el mercado nacional y el IMSERSO mantienen estables los niveles de reservas y el turismo británico roza casi el 40%, casi en términos de normalidad.