La familia de Heidi Paz reclama sus restos tras confirmarse la condena al 'Rey del Cachopo'
Piden el cuerpo de la víctima para que pueda ser repatriado y enterrado en su país de origen, Honduras
Imagen del Bar Gerardo en el barrio Delicias, donde César Román Virueta, conocido como el 'Rey del Cachopo', trabajaba antes de su detención. / Europa Press (EUROPA PRESS)
Madrid
La familia de Heidi Paz ha reclamado una vez más sus restos después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado la condena a 15 años de cárcel impuesta a César Román, conocido como el Rey del Cachopo, como autor de su muerte en agosto de 2018.
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No es la primera vez que los familiares de la víctima reclaman su cuerpo para que pueda ser repatriado y enterrado en su país de origen, Honduras, si bien la Audiencia de Madrid denegó esa petición el año pasado al no ser la sentencia firme.
Pero ahora, y aunque la condena puede ser aún recurrida ante el Tribunal Supremo, el letrado de la familia de Heidi Paz, Alexis Socías, que ejerce la acusación particular en la causa, ha reiterado su petición.
Lo hace en un escrito, al que ha tenido acceso Efe este lunes, en el que pide al TSJM que se dirija a la Sala que juzgó al acusado para que acuerde "la entrega de los restos mortales" de la víctima.
Entiende que es "lo procedente una vez que, no solo una, sino dos instancias dan por cierto que dichos restos no son otros que, los de tantas veces meritada víctima", o que, en su defecto "se proceda a complementar o aclarar la sentencia respecto de esta omisión, pedida ante la Sala".
El TSJM confirmó el pasado viernes la condena a 15 años de cárcel a César Román por un delito de homicidio con la concurrencia de las agravantes de parentesco y género, y rechazó su intento de anular el procedimiento al considerar que no se vulneró ninguno de sus derechos.
Según los magistrados, el relato de hechos que el jurado estimó probado "reúne tal consistencia que conduce inequívocamente a una conclusión: César dio muerte a Heidi, amputó su cadáver (cortando la cabeza, brazos y piernas) e intentó destruirlo mediante disolución química e incendio, huyendo posteriormente de Madrid y siendo localizado en Zaragoza".
Según la sentencia, Román "utilizó diversas identidades con el fin de ocultarse, para ser detenido finalmente al delatar su presencia la propietaria del establecimiento donde había encontrado trabajo, tras ser reconocido en un programa de televisión".