Una gota en el desierto culturalista
El estado de Dani Sotres es una de las escasas buenas noticias a las que se aferra un equipo de bajo rendimiento general

Sotres vive su mejor momento en la Cultural, a pesar de los resultados

León
La Cultural afrontará las últimas once jornadas de liga con la reserva de crédito casi agotada, a nivel grupal y a nivel individual. Pocos futbolistas aprueban en la valoración del curso y dífícilmente lo harán cuando de poner las notas se trate. Desde Galder Cerrajería al frente de los fichajes más decepcionantes, donde también tienen cabida Gaztañaga, Klinar, Buenacasa y compañía, hasta alguno de los refuerzos de invierno, como Alberto Benito, que se lleva la palma, las contrataciones dejaron mucho que desear. No les ha ido mucho mejor a los escasos jugadores que seguían en la plantilla: Galas se fue en enero, Rovirola se quedó sin ficha por lesión, Álvaro Juan continúa sin brillar y el rendimiento de Castañeda, sobre todo como lateral, ha ido claramente a menos. Sin embargo, en las últimas semanas se ha producido la esperada resurrección en la portería.
Contrasta con los resultados y las cifras goleadoras, pero el mejor Dani Sotres ya está aquí. Su número de intervenciones en las últimas jornadas, la sensación de una seguridad que parecía olvidada y su creciente estado de ánimo invitan al optimismo, de cara a lo que queda de temporada y también para las próximas, algo que no estaba ni mucho menos claro en la anterior ventana de fichajes en la que llegó a sondearse el mercado de porteros. El cántabro fue el mejor en Majadahonda, evitó en El Sardinero una goleada de escándalo que, incluso, podría haber comprometido el futuro de su entrenador y en la tarde ayer sostuvo durante algunas fases la pujanza de la SD Logroñés. Con todo ello, ni siquiera esta versión de Sotres puede con una constante del equipo.
El alabado efecto Curro Torres a lo largo del mes de enero ha pasado a mejor vida y la Cultural retorna a los gruesos números del pasado. Ha encajado al menos un gol en ocho de las últimas nueve jornadas, vuelve a la lista negra de equipos más goleados con 39 dianas (tercer peor registro) y, a diferencia de la anterior etapa, añade a su lista de problemas la estrategia. Esas acciones que tantas carencias taparon en la primera vuelta ahora se le vuelven en contra. Si en 21 jornadas solo recibió dos tantos, en los últimos seis encuentros los de Curro vieron cómo diferentes rivales perforaban su marco cinco veces a balón parado.




