Llega a Aranda la expedición con 56 refugiados ucranianos
Sólo una docena de ellos se quedarán de momento alojados entre familias arandinas, mientras que el resto se reparten en distintas zonas de España
El autobús de la empresa Bayo llegó poco después de las 7:30 a Aranda
Aranda de Duero
Pocos minutos después de La siete y media de la mañana llegaba al centro de Aranda la expedición arandina con los refugiados ucranianos que huyen de la guerra. Repartidos entre un autobús y una furgoneta, 56 personas, en su mayor parte madres con niños, han hecho este viaje, partiendo el domingo por la tarde tras un tedioso proceso de tramitación en el centro de registros que Polonia ha establecido en un centro comercial de la ciudad de Przemyśl, junto a la frontera con Ucrania.
Las escenas de abrazos se repetían
El director de Transportes Hernando Revilla, que fletó un tráiler con ayuda humanitaria dentro de esta expedición, comentaba a primera hora de esta mañana, a la espera de la llegada del autobús, lo traumática que ha sido esta experiencia. “Mal por las imágenes que se te quedan de allí de las familias y todo eso, pero por lo demás estás contento de haber traído a cincuenta y tantas personas”, comenta Fernando Hernando, que insiste en lo más difícil ha sido poder llenar el autobús, puesto que la mayor parte de las personas que esperan en la frontera polaca prefieren quedarse cerca de su país con la esperanza de volver pronto. “Estaban diciendo que hay allí gente casi esperándote para venir acá y eso es mentira: te tienes que buscar tú la vida para ira a los centros de refugiados a buscarles”. El gerente de esta empresa de transportes, aún así comentaba que repetiría la expedición “mañana mismo” si hiciera falta.
El hotel Villa de Aranda abría sus puertas para los recién llegados
El autobús arribaba a las puertas del hotel Villa de Aranda, que les ha abierto sus puertas, ofreciéndoles un desayuno de acogida y poniendo a su disposición algunas habitaciones libres para poder asearse antes de continuar su viaje hacia las distintas localidades de destino.
Un buen desayuno de bienvenida
De las 56 personas que han venido, solamente una docena se quedarán de momento en Aranda, alojados entre familias de esta localidad, alguna de ellas ya con vínculos establecidos desde hace años al haberles recibido en distintas temporadas dentro de los programas de acogida de los ‘niños de Chernóbil’. El resto de los refugiados tienen ya establecidos otros hogares en diferentes zonas de España, como Madrid, Alicante, Cantabria, Murcia o Galicia.
Madres con hijos muy pequeños es el perfil que predomina en la expedición
Olga y Juan José es una de las parejas que albergarán a una familia que han podido salir a tiempo de su país. Ella es ucraniana, pero lleva viviendo en A Coruña desde hace 20 años. Nos contaba la angustia que han pasado hasta poder reencontrarse con los suyos. “Cuando empezó todo eso mi hermana aún tardo un poco de tiempo en decidir que se marchaba y gracias a Dios que vive a 200 km de Kiev y de momento está tranquilo, pero de verdad que es una pesadilla: yo me quedé blanca en dos semanas”, comenta. “Una vez que cruzaron la frontera de Polonia le dije a mi hermana que no se preocupase que iríamos a buscarte a ti y a los niños a cualquier punto de España”, añade Olga,
Más achuchones en la recepción del hotel
Esta pareja ucraniano-gallega llegaba anoche a Aranda a esperar el autobús donde han venido sus familiares, que podrán recuperarse de esta pesadilla en un lugar mucho más tranquilo y confortable. “Es un favor enorme porque nosotros no podíamos ir a Polonia: es carísimo un viaje particular, es una locura, o sea que estamos muy agradecidos a quienes han puesto a disposición de ellos todo esto: es un lujo, es una suerte enorme y la gente de Aranda es estupenda; estamos encantados y habrá que volver”, expresa Juan José, que comenta que su cuñada y sus sobrinos estarán muy bien atendidos en A Coruña, donde disponen de todas las comodidades, “hasta spa y jacuzzi enfrente de casa”, especifica.
