Valladolid tampoco se libra de la calima

Valladolid

El lunes llovió. Mal día para lavar el coche o limpiar las ventanas. Si, en cualquier caso, lo hizo, lo sentimos. La calima, el polvo sahariano, también ha visitado Valladolid. Flota en el aire y cubre el cielo con una bruma que parece niebla alta pero que no lo es. Y eso se nota en varios elementos. Primero, en la temperatura. Los 10 grados con los que ha amanecido la capital vallisoletana son incompatibles con la presencia de la por aquí muy habitutal niebla. Pero es que ese mismo polvo también se ha depositado en cualquier superficie que esté a la intemperie.

Así, los automóviles aparcados en la calle han amanecido con una capa de polvillo anaranjado que también está en el suelo, que se adhiere a las suelas del calzado y que trasladamos al interior de nuestras viviendas y lugares de trabajo. Nuestro recuerdo y cariño para el indispensable personal de limpieza, por cierto. Más allá de las molestias relacionadas con la pulcritud, este fenómeno meteorológico también puede generar otras consecuencias en forma de problemas para las personas con alergias o problemas respiratorios. Se recomienda evitar, por ejemplo, la práctica de deporte al aire libre.

En este sentido, desde el Ayuntamiento de Valladolid se recomienda recuperar el uso de la mascarilla en exteriores para minimizar posibles afecciones entre los grupos de población más sensibles.

Las previsiones que se manejan desde la AEMET es que a lo largo de las próximas horas el viento se lleve la calima a otras latitudes. Cuando eso suceda, entre este martes y el miércoles, las temperaturas volverán a valores habituales para esta época del año. De hecho, para el jueves el pronóstico vuelve a dibujar un mapa con paraguas y nubes oscuras.