Borgen

Pamplona

La de hoy es para las y los muy cafeteros.

Borgen. Así se conoce coloquialmente al palacio de Christiansborg de Copenhague en el que conviven los tres poderes del estado danés, ahí está el Parlamento y también la sede del ejecutivo. Borgen es una serie danesa popular entre el frikerío de la política que narra las aventuras de Birgitte Nyborg, primera ministra de la ficción en un parlamento fragmentado y que llega al despacho principal de Christiansborg cuando nadie lo esperaba.

En nuestro episodio de nuestro Borgen foral, el líder de la oposición está achuchado por el peligro de escisión que le abren dos diputados díscolos y el distanciamiento de su aliado durante décadas, el PP. Pero sale al rescate el líder del partido liberal.

En el gabinete de nuestra Birgitte particular, esta semana están de enhorabuena porque parece que saldrá, esta vez sí, la reforma del convenio económico con el estado. Lo apoyarán, sin condiciones previas que sepamos, la coalición de derechas que lidera la oposición.

Pero para que la alegría del portavoz sea completa hace falta que las cosas se encarrilen con el principal socio de la primera ministra - perdón- de la presidenta. Y ahí aparece un roce clásico, la religión y qué hacer con su profesorado que el próximo curso tendrá casi la mitad de clases que dar. Su socio apoyará, previsiblemente, la propuesta del partido de la oposición de derechas para mantener sus puestos aunque no se sepa muy bien qué clases darán y de que sea el obispado el que los seleccione.

Borgen prepara una cuarta temporada y en sus capítulos Birgitte Nyborg sufre, pero acaba sacando adelante sus propósitos. Pero claro, Borgen es una serie y esto es la vida real.