Condenado a 300 años de cárcel el mayor pederasta en la historia de Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid considera probados 36 delitos de agresión sexual a menores y producción y distribución de pornografía infantil
Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid condena a 300 años de prisión al mayor pederasta en la historia de la región. El tribunal considera probados 36 delitos de agresión sexual a menores y producción y distribución de pornografía infantil. El condenado violó, abusó y grabó en video a 20 niñas que en su mayoría eran las hijas de amigos y conocidos suyos. Se ganaba la confianza de las familias para llevarlas al colegio.
Cuando las recogía al finalizar la jornada escolar, las trasladaba a su domicilio donde eran agredidas sexualmente y grabadas para posteriormente distribuir las imágenes en internet.
En las redes digitales utilizaba la aplicación Thor para acceder a la denominada Dark Web, la red oscura. Un lugar donde se perpetran delitos de todo tipo como es la venta de armas, el tráfico de estupefacientes o la pornografía infantil.
En uno de los canales más importantes del mundo en lo que se refiere a intercambio de archivos pedófilos subía los videos de las menores agredidas sexualmente. Uno de esos videos le delató ante los agentes de varias policías europeas que combaten a las redes de pederastas.
Su destino estaba servido porque la Policía Española recibió los informes que le situaban en una localidad madrileña. Los funcionarios le localizaron y procedieron a su arresto.
Los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid se oponen a aplicarle una eximente incompleta por alcoholismo en contra de lo solicitado por su letrado. Eso hubiera supuesto una rebaja considerable de la pena.
En el juicio, tanto su mujer como su hija concretaron esa adicción del acusado al alcohol. Una dependencia que llevó a cometer los abusos sexuales, un extremo al que se opuso la fiscal porque esa adicción no estaba probada ni por informes forenses ni por las declaraciones prestadas por los familiares de las menores.
Al respecto, la Sala señala que Dumitru presentaba un hábito alcohólico continuado, pero subraya que "no se aprecia en él patología psíquica con incidencia o alteración de sus facultades cognoscitivas y volitivas ni afectación en relación a los hechos enjuiciados".
En cuanto a los delitos, se le condena por seis delitos continuados de elaboración y distribución de pornografía infantil; ocho delitos de elaboración y distribución de pornografía infantil; cuatro delitos continuados de abuso sexual con penetración y dos delitos continuados de abuso sexual sin penetración.
También se le condena por tres delitos de abuso sexual con penetración, cinco delitos de abuso sexual sin penetración, un delito de tenencia y distribución de pornografía infantil y nueve delitos de descubrimiento de secretos, con la concurrencia de la circunstancia agravante de abuso de confianza en los delitos cometidos sobre seis menores.