Prisión para uno de los cuatro guardias civiles detenidos por supuesto espionaje a la pareja del expresidente de Panamá

Palma

La jueza ha ordenado prisión comunicada y sin fianza para dos de los seis detenidos en esta operación. Y entre ellos, uno de los Guardia Civiles detenidos. Los arrestados han pasado esta mañana a disposición judicial. El resto de detenidos ha quedado en libertad con retirada de pasaporte.

Seguimientos en coche, balizas de geolocalización, identificación de sus acompañantes. El departamento de Asuntos Internos de la Guardia Civil ha detenido a cuatro agentes del cuerpo acusados de espiar y acosar en Mallorca a una amiga del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli. En la operación también se ha arrestado a un militar, al propietario de una empresa de seguridad y a un trabajador.

La Guardia Civil les atribuye la comisión de presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, descubrimiento y revelación de secretos y coacciones. Los detenidos habían montando un grupo que se dedicaba a realizar trabajos de espionaje y seguridad. Los arrestados han estado desde el lunes en los calabozos de la comandancia de Palma y han pasado a disposición judicial en la mañana de este miércoles.

La investigación surgió a raíz de varias denuncias presentadas por la mujer, que puso en conocimiento de las autoridades que estaba siendo sometida a seguimientos cuando se encontraba en la isla. La Guardia Civil abrió una investigación que destapó los movimientos de un grupo de agentes que presuntamente cobraban por hacer seguimientos a la mujer, a la que espiaron en sus salidas a restaurantes, mientras navegaba o cuando se encontraba en su casa.

Los hechos se remontan al verano de 2020 cuando los agentes, que colaboran con una empresa privada dedicada a la seguridad personal y al traslado de personas por la isla, recibe el encargo de realizar un seguimiento a la víctima por parte de Martinelli. Uno de los agentes se encarga de crear un grupo de WhatsApp bajo la denominación 'Operación Cacatúa' en el que también participa el exmandatario centroamericano, que intercambia mensajes sobre las formas de pago y da instrucciones sobre el operativo a realizar.

Los investigadores de Asuntos Internos han documentado los seguimientos y los movimientos del grupo de agentes, que trasladan todos los movimientos realizados por la víctima a Ricardo Martinelli a través del grupo de mensajería instantánea. Las pesquisas han documentado la vigilancia de control y seguimiento de la vida diaria de la víctima, el empleo de dispositivos de geolocalización y de captación de imágenes, todo con fines lucrativos.

De hecho, los detenidos están siendo investigados por un presunto delito de coacciones por la situación de acoso a la que sometieron a la mujer, sobre la que buscaron incluso el contacto físico y directo. En una de las conversaciones en el grupo de WhatsApp, el exmandatario envía un mensaje en el que le dice a uno de los agentes que está autorizado "para entrar en el avispero". Martinelli ordena y reitera que "el chaval que es su tipo, proceda". Una conversación que podría deslizar la intención de incluso conseguir que uno de los agentes tuviera contacto con ella de forma directa y que para los investigadores demuestra la relación que existía entre el exmandatario y la mujer.

Los seguimientos de la mujer se hicieron alrededor de su vivienda, pero también cuando salía a navegar en barco o quedaba con amigos para cenar en un restaurante o acudir a un club. Incluso en una de las conversaciones, los miembros del grupo hablan de controlar el vehículo y de instalarle un localizador para poder hacer los seguimientos a más distancia. La investigación de Asuntos Internos desvela que las actividades de seguimiento y control sobre personas que les encargan "no es algo pasajero", sino que parece tener "un carácter permanente".