El Villarreal vuelve a coronarse en Europa

Increíble, pero cierto: un equipo de un pueblo de Castellón se ha vuelto a colar en cuartos de la Champions League. Y esta vez, en casa de uno de los reyes de Europa. El Villarreal golea a la Juventus (0-3) para pasar a los cuartos de Europa League.

El pueblo que se coronó ante uno de los reyes de Europa

Quizás la Juventus no es tan temible como en años anteriores, aunque sí impone el suficiente respeto como para temer lo que puede dar de sí una noche europea en Turín. Ya no estarán Cristiano Ronaldo o el legendario Del Piero, o algunos viejos rockeros como Chiellini no estarán en su époc de mayor esplendor, pero Dusan Vlahovic ya está empezando a crear su legado. El Villarreal no solo tenía que luchar contra lo que suponía jugarse un pase a cuartos lejos de casa, sino que también tenía que aguarle al espigado delantero serbio lo que podía ser su primera gran noche biaconera. Así, con tantas tareas imposibles en la agenda, los de Unai Emery empezaron acongojados.

Mientras que al técnico vasco se le pasaban por la cabeza todas esas estadísticas negativas sobre su andadura en Champions League (nunca ha conseguido pasar de octavos), Gero Rulli tuvo que vestirse de héore. Aliado con ese amigo tan traicionero como es el larguero, el guardameta argentino consiguió repeler las primeras ocasiones de los italianos. El Villarreal estaba obligado a despertar en una primera parte que se hizo demasiado larga para los aficionados groguets y para un Emery que pedía calma a los suyos en medio del correcalles en el que se había convertido el partido.

Los ajustes no se hicieron esperar. Emery decidió inicar el segundo tiempo con una línea de cinco en defensa acompañada por otra de cuatro en el centro del campo, replegándose cerca de la frontal para bajar las revoluciones del encuentro y buscar un contragolpe que cogiese descolocada a la Juventus. Poco a poco, la inoperancia de los italianos con el balón acabó provocando que el Villarreal fuese ganando metros. Solo faltaba algo, un punto más. Para buscar ese extra, en el banquillo estaba el Cid particular de los castellonenses: Gerard Moreno. No había llegado a ser titular, pero su sola presencia en el campo ya asustaba a la Juventus,

El Villarreal, con inteligencia y mediante una buena posesión de balón (algo sorprendentemente inédito en el partido), el esférico llegó a Danjuma en velocidad, ese futbolista que no dudó en compararse con Mbappé en cuanto a sus condiciones físicas. Veloz como acostumbra, su primer toque dejó fuera de juego a un sobrepasado Rugani que se vio obligado a ir abajo dentro del área. Si bien el neerlandés hizo por buscar el contacto, el penalti era claro. Tras una taquicárdica revisión de VAR, Gerard Moreno cogió el balón desde los 11 metros. Inapelable como acostumbra e intentando poner una cara de póker que no se creía nadie por la tensión del momento, llegó el 0-1. El Cid volvía a campear vestido de 'groguet'.

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La jarra de agua fría que cayó en Turín era palpable, y los de Emery, como no podía ser de otra manera, se encontraban como Submarino en el agua. Ya estaba el gol de Gerard Moreno, necesario, pero faltaba el de la tranquilidad, más simbólico. Y, si se hablan los símbolos en este equipo, hay uno que se sobrepone a todos. Pau Torres, aprovechándose de una prolongación en un córner, anotó el definitivo 0-2. El chico de Vila-real estaba ganando a la todopoderosa Juventus en su casa con el equipo de su pueblo. Si bien el final así era redondo, todos los sinsabores en la Champions de Emery se merecían una guinda. Tras una contra que acabó en gol con una intervención de un de Ligt con complejo de Gigi Buffon, el Villarreal forzó un penalti que Danjuma ejecutó con clase. Emery se había quitado su maldición a lo grande, con un 0-3 en Turín ante la Juventus. Por fin, tras mucho sufrir, lo pueden decir bien alto: el Villarreal volvía a cuartos de final. Otra vez, un pueblo de Castellón brillaba en Europa, una gesta prácticamente irrepetible en los tiempos que corren.