La Catedral de Burgos muestra sus mejores cantorales y dos tapices flamencos restaurados en la exposición ‘El arte del detalle’
La muestra se podrá ver hasta el 19 de junio en el claustro alto y la capilla del Corpus Christi del templo gótico, de manera gratuita
Burgos
La exposición ‘El arte del detalle. Cantorales y tapices de la Catedral de Burgos’ ha abierto sus puertas hoy en el claustro alto y la capilla del Corpus Christi del templo gótico con motivo de los actos en torno a la conmemoración de sus 800 años. La Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 organiza esta muestra, que cuenta con el patrocinio de la Junta de Castilla y León. El público la podrá ver, de manera gratuita, hasta el 19 de junio y podrá apreciar una selección de los 12 cantorales más representativos de la colección de la Seo, así como dos tapices flamencos recientemente restaurados.
La exposición cuenta con textos de René Payo, también comisario de la muestra y residente del Consejo Asesor de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 y de su colega José Matesanz, profesor asociado de Historia del Arte de la Universidad de Burgos. Uno de los patrimonios más desconocidos que atesora la Catedral de Burgos es la colección de cantorales, actualmente en proceso de estudio y catalogación.
El templo custodia 92 ejemplares de gran formato, de los que cerca de la mitad llegaron del monasterio jerónimo de Fresdelval tras la Desamortización. Estas obras abarcan desde comienzos del siglo XVI hasta mediados del XIX, aunque se siguieron usando y restaurando hasta el siglo XX. Así, se conservan kiriales, graduales, salterios, antifonarios, libros de himnos, de lamentaciones, etc. En la capilla del Corpus Christi se puede observar una docena de cantorales, diez de ellos abiertos. Junto a los calígrafos intervinieron los miniaturistas, que decoraban estos libros y desarrollaban representaciones iconográficas para completar visualmente los textos, con un notable despliegue de colores, panes de oro y complejas técnicas pictóricas.
En estos cantorales destacan las miniaturas de las letras capitales, con recursos ornamentales vegetales y zoomorfos, y en las que aparecen pasajes de la vida de Cristo, de la Virgen, representaciones de santos y escenas y motivos alegóricos.
Del importante conjunto de tapices flamencos de los siglos XVI y XVII de la Catedral de Burgos brilla la colección Gótico-Flamenca y Teológica. De ella, Crucifixión y las virtudes ganan la batalla a los vicios, uno de los paños legados por el obispo Juan Rodríguez de Fonseca, acaba de ser restaurado por el taller de Pepa Garrido bajo el mecenazgo de la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021.
Esta pieza fue tejida en un taller bruselense con cartones de Colijn de Cooter. Coetáneo a los tapices de principios del siglo XVI donados por el obispo Fonseca es El retorno del hijo pródigo, también procedente de Bruselas con un cartón atribuido a Jan van Roome. Este fue acondicionado en 2018 para la exposición ‘Hilos de Flandes’, que, con motivo del 800.º aniversario del templo, se pudo ver en la sala Valentín Palencia de la Seo.
Ahora la Fundación VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021 ha sufragado su restauración completa. Ambos paños presentaban un estado de deterioro considerable, con abundantes rotos, desgarros por ataques de insectos, manipulaciones incorrectas, pérdida de las tramas, humedades, decoloración de los tintes y suciedad acumulada durante décadas. Su nuevo aspecto se puede ver en la panda sur del claustro alto.