Del glamour de la Fórmula 1 a los escombros y las chabolas: así está el circuito urbano de València
En unos meses se cumplen diez años de la celebración del Gran Premio de Europa, la última prueba de motor que se disputó en un circuito urbano que se construyó en un tiempo récord y que sólo se ha utilizado en cinco ocasiones
Reportaje EP12 | Valencia: La herida urbana del circuito de fórmula 1
Esta es la historia de un espacio de València, llamado a ser un lugar privilegiado, que albergó la fiesta y los excesos de la Fórmula 1, y en el que ahora se juntan escombros y chabolas. Se trata del PAI del Grao, una bolsa de suelo junto al viejo cauce del Turia y a escasos metros del mar por el que discurre parte del trazado del circuito urbano que se construyó en un tiempo récord y que albergó solo cinco grandes premios.
En unos meses se cumplirán 10 años de la celebración del último Gran Premio de Europa de Fórmula 1. Ese premio lo ganó Fernando Alonso en una carrera vibrante. Parte de esa pista está abandonada ahora mismo, solo queda de las carreras, el asfalto, algo de pintura y algunas vallas de protección...
El capricho de Ecclestone al que Camps accedió
Para entender cómo hemos llegado a este momento debemos remontarse a 2005. El presidente de la Generalitat Francisco Camps empieza a flirtear con la idea de traer las carreras a València. Contacta con el patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone. Camps le propuso llevar una de las pruebas del mundial a Cheste. Pero a Eclestone no le gustó la idea, prefirió llevarlo a la ciudad. Le fascinaba la idea de hacerlo en la Ciudad de las Artes y las Ciencias o en la zona de la Copa América. Finalmente se optó por esta segunda zona.
El 10 de mayo de 2007 se presenta en València, con enorme expectación, el trazado del circuito urbano de Fórmula 1, diseñado por el alemán Herman Tilke, uno de los más afamados diseñadores de circuitos del mundo. 5 kilómetros y medio de trazado con 25 curvas y con dos zonas claramente diferenciadas: una más próxima al mar, por el recinto de la Copa América, y otra más urbana, la de la zona del Grao. En concreto, por unos terrenos ocupados durante décadas por depósitos hidrocarburos y vías de tren y que por aquel entonces eran ya una serie de solares pendientes de urbanizar. Es el llamado PAI del Grao, 300.000 metros cuadrados entre el viejo cauce del Turia y el mar. Allí están previstas 20 torres de viviendas y oficinas y miles de metros cuadrado de jardín.
¿Qué hizo la Generalitat en este PAI? Lo ocupó para hacer el trazado de Fórmula 1 alegando que lo que construía serían, en un futuro las dos grandes avenidas de ese PAI. El coste, se repercutiría después a los propietarios del suelo, privados y públicos. En total 42 millones de euros invertidos en esta parte del circuito y que la administración esperan cobrar algún día. Se pone en marcha la maquinaria administrativa. La Generalitat adjudica, a través de un ente público sin experiencia en la construcción de infraestructuras urbanas, todas las obras necesarias para la ejecución del circuito. Lo hace en varios contratos. La tramitación se hace en un tiempo récord, la construcción, también.
El 24 de agosto de 2008 se estrenó el circuito urbano. Allí se celebró el primero de los siete grandes premios comprometidos por la Generalitat. El piloto brasileño Felipe Massa ganó ese año la prueba. Le siguieron solo otros cuatro grandes premios más, hasta 2012. Y es que ese 24 de junio de 2012, cuando Fernando Alonso atravesó la línea de meta, pocos pensaban que la relación de Valencia con la Fórmula 1 iba a acabar más pronto de los previsto.
El piloto asturiano recibía el trofeo de ganador de la mano de Alberto Fabra, el entonces presidente de la Generalitat. Camps había dimitido hacía justo un año por el asunto de los trajes. La crisis económica golpeaba duramente a administraciones como la valenciana y Fabra había intentado meses atrás rebajar el premio del canon por albergar la Fórmula 1 para tratar de respetar el contrato firmado hasta 2014. No hizo falta, el 28 de julio de 2012, solo un mes después del Gran Premio de Europa, Eclestone, la misma persona que se había encaprichado con Valencia, la descartaba del calendario de la siguiente temporada. Así, hasta nuestros días.
Escombros y chabolas
Recorremos con Julio Moltó y Sento Martínez la parte del circuito urbano de Fórmula 1 recayente al Grao. Julio Moltó y Sento Martínez son los representantes de las asociaciones de Vecinos de Nazaret y de Grao-Port, los dos barrios que lindan con la parte más urbana del circuito.
Salvo el asfalto y la pintura, queda poco de aquellos grandes premios. En la curva más al oeste del circuito todavía se puede ver, en la escapatoria de la curva, pintado en el suelo y en letras grandes "Comunitat Valenciana". A escasos metros está el cementerio del Grao. En el centro del circuito, plásticos y palés conforman un pequeño asentamiento. En él vive un grupo de saharauis que reciben periódicamente la visita de servicios sociales.
En estos años los vecinos han conseguido arrancar de la administración actual pequeñas intervenciones, como la eliminación de un foco insalubre que se ubicaba en un paso inferior construido bajo el trazado. Se inundaba de agua y se llenaba de mosquitos. Tras una visita el concejal de urbanismo del Ayuntamiento de València dio la orden de colmatarlo llenándolo de tierra. Salvo eso, poco más, dicen los vecinos, que lamentan que el abandono haya convertido la zona en "tierra de nadie", en la que se producen carreras ilegales y en la que han desaparecido el cableado, las farolas y algunas vallas instaladas para los grandes premios.
El Ayuntamiento calcula que hay invertidos en esta zona 42 millones de euros. 32 millones de euros es lo que costó el alcantarillado, las conducciones para el cableado eléctrico, el alumbrado, y el asfaltado de la pista de 15 metros de anchura que la Generalitat dijo que iban a formar parte de la futura trama urbana de un nuevo barrio que no acaba de despegar.
¿Por qué no se ha desarrollado urbanísticamente la zona?
Hablamos con Luis Sendra, al frente del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunitat Valenciana. Con él analizamos por qué no ha logrado despegar este desarrollo urbano. Sendra da una primera clave: la sombra de la Fórmula 1 pesa tanto sobre esos terrenos que ha lastrado incluso la acción de la actual administración. También ha influido la crisis y los tiempos de las administración, que no son los mismos que los de los promotores.
Las administraciones valencianas tratan estos días de deshacer el entuerto, de desbloquear urbanísticamente el asunto, pero no parece que los tiempos que corren inviten al optimismo, y menos para un sector como el ladrillo. Por eso los vecinos piden poder opinar respecto al desarrollo del PAI del Grao. Además, mientras esperan que se empiece a desarrollar urbanísticamente la zona, piden poder ocupar el espacio y darle un uso.
Julián Giménez
Licenciado en Ciencias de la Información por...