La española de las 26 portadas de 'The New Yorker'
La dibujante valenciana Ana Juan publica de forma esporádica portadas de la prestigiosa revista norteamericana desde 1995. La de esta semana la dedica al dolor provocado por la guerra en Ucrania
Madrid
Una madre cargada con una maleta de ruedas abraza a sus hijos. Un soldado ucraniano les escolta. Tras ellos, una fila de interminable de familias. Al fondo, el fuego y la destrucción de la guerra. Es la ilustración de portada de la revista estadounidense The New Yorker, una de las más prestigiosas del mundo. Su autora, la dibujante Ana Juan (Valencia, 1961), defiende que "era el momento de hablar del pueblo, de los civiles porque son los que realmente están sufriendo esta insensatez". La revista ya había publicado un par de portadas sobre la guerra de Ucrania, buscaban un enfoque diferente, y la ilustradora decidió centrarlo en la figura de un madre: "esas madres que tienen que dejarlo todo y salir del país con sus hijos para intentar empezar de nuevo".
La española de las 26 portadas de 'The New Yorker'
En la obra de la artista siempre ha tenido un gran protagonismo el uso del carbón, que luce más si cabe en una ilustración de guerra. "Me interesaba un tratamiento más de boceto, de retratar el instante como los ilustradores de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Ese momento de emoción y sentimiento que solo puede llevar a cabo el ilustrador", explica. Su propuesta de título para la portada era 'Manos de madre' –Mother's hands, en inglés–, pero el editor prefirió titularla Motherland, que se traduce como "patria". "Las manos de una madre son el único refugio que tienes cuando eres pequeño, más en una situación así", reflexiona la autora, que reconoce aún recuerda el tacto de las manos de su madre, pese a que murió hace años.
Concurso de bocetos
Cuenta que el proceso hasta que tu portada es la seleccionada es una especie de concurso en el que varios autores envían sus bocetos a la dirección de arte de la revista. "Son las reglas del juego, intento no pensar en los otros porque bastante tengo con hacer mis bocetos". De un día para otro, a veces con muy pocas hora de margen, uno de esos bocetos estarán en la imprenta y se habrá convertido en la portada de la prestigiosa revista. "Es normal, es la prensa", justifica entre risas. "Tú mandas todas tuis ideas, todos tus bocetos, y ellos ya eligen". Hay veces que las ilustraciones se quedan en el camino, que tras muchos cambios, mueren antes de acabar en la portada. En el otro extremo, su récord de tiempo en hacer una ilustración de portada es media hora. Juan firmó en 1995 su primera portada en The New Yorker; la de esta semana es la número 26.
Con respecto a las diferencias entre trabajar para el mercado español o para el norteamericano, la dibujante valenciana defiende que nuestro mercado te permite una mayor libertad creativa, si bien la remuneración es hasta diez veces menor. "En España está muy mal valorado el trabajo de los ilustradores". Al cambio, hoy cobra lo mismo, o menos, de lo que cobraba por una pieza en los años 80.
Antonio Vico
(Jaén, 1992) Ligado a la radio y a la Cadena...