Simple y rápida: una burocracia desconocida atiende a los refugiados
El papeleo es casi instantáneo e iguala en derechos a los refugiados con cualquier ciudadano español.
Reportaje EP12 | El gran éxodo de Ucrania
10:50
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Madrid
Un folio es el primer contacto con la burocracia española, un documento creado para esta emergencia y que incluye nombre, foto, número de identidad de extranjero y huella dactilar. Este permiso es tan válido como un carnet y queda por delante una labor de difusión para que instituciones o posibles empleadores no desconfíen de él. "Te pone en casi en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos españoles ya que te permite residir y trabajar" cuenta Marian Martínez, portavoz del primer centro de recepción de refugiados ucranianos abierto al oeste de Madrid, en Pozuelo de Alarcón.
Prohibido el paso
Sólo empleados y refugiados pueden acceder al interior de este enorme edificio de color gris intenso. Una barandilla hace de mástil para las banderas de Ucrania, España y la Unión Europea en el tejado. De allí salen con ese permiso temporal para un año -renovable- y que lleva de la mano el resto de derechos: sanidad, educación. "Casi todo son mujeres con niños. Podría ser yo. Podría ser cualquier familia que te encuentras en un parque" apunta la portavoz de este centro.
Cita previa
El sistema de cita previa se activa para aquéllos que no necesitan alojamiento de manera inmediata. Es el caso de Tatiana y su pequeña de 9 años. Han intentado hablar, pero la espiral de llanto no les deja. Así que el portavoz es su padre, su abuelo Vásil que vive en España y fue a recogerlas a Polonia: "Agradecen las facilidades que se les presta. Hemo ido ya al centro de Pozuelo para saber qué tenemos que hacer y ya tenemos cita para que estén el tiempo necesario... no se sabe". En realidad en su mente solo hay dibujados unos meses. Tatiana es psicóloga en un colegio del suroeste de Ucrania y quiere volver. Su marido fue llamado a filas y hasta ahí todo lo que saben de él "Mi yerno no cuenta donde está. No puede. Sólo que está bien y ya. No sabemos nada más".
Me llamo Elisa
"Tengo 13 años y he venido sola con mi hermana Angelina". Han cruzado Europa solas amparadas a distancia por una ONG. En Madrid les esperaba su familia de acogida. Les esperaba María "me han dicho que lo que tengo que hacer es ir a comisaría, decir que las menores están a mi cargo y luego la asociación me tendrá que mandar una declaración jurada afirmando que me las deja temporalmente".
Visado de guerra
A 500 km de distancia, el alcalde de un pequeño pueblo de Orense va camino de reunirse con la Cruz Roja después de haber traído y acogido a 11 mujeres y 9 niños "ellos vienen con un visado de guerra digamos, un salvoconducto que refleja que están bajo la custodia del ayuntamiento de Maceda".
Con todo, el papeleo está en marcha. Está ya en manos de la policía; pero hace solo unos minutos las prioridades han cambiado: "hoy estábamos comiendo y una de nuestras compañeras allá han sabido que los maridos de estas mujeres han recibido la orden de ir al frente. Hemos dejado terminar la comida. No se les ha dicho nada. Hemos llamado al psicólogo porque cuando se les comunique va a haber bajones importantes".
Dice Rubén Quintas que los vecinos de Maceda ya no se acuerdan del precio de la luz. Él tampoco y recuerda su viaje de ida en busca de estas familias: "cómo puede ser que seis gallegos estén en pleno siglo XXI pasando al lado de Auschwitz para buscar refugiados de guerra. Esto es increíble".
Toñi Fernández
Edición Hora 14, sección de reportajes, Hoy por Hoy reportajes, Gerente de comunicación y jefa de prensa...