Las lluvias de esta semana ahorran dos riegos en las comarcas del centro y sur de Alicante y hacen olvidar la sequía en las del norte
Hoy 20 de marzo comienza una primavera que será más cálida de lo habitual y que dejará unas precipitaciones dentro de la normalidad lo que beneficiará a la provincia tras un inicio de año, a excepción de la borrasca Celia, poco lluvioso
Una mujer se protege de la lluvia (Getty Images) / chebix@gmail.com
Alicante
Este domingo, 20 de marzo, cambiamos de estación, dejamos el invierno para dar la bienvenida a una primavera que ha comenzado bajo el signo de la inestabilidad con la continuación de la borrasca Celia, que seguirá dejando precipitaciones durante la próxima semana.
De hecho, según AEMET, este lunes se activa la alerta amarilla por lluvias y fenómenos costeros en el litoral norte de la provincia. El cielo estará nuboso o cubierto con precipitaciones que probablemente vendrán acompañadas de tormenta por la tarde y sin descartar que sean localmente fuertes. Las temperaturas mínimas en ligero ascenso y máximas con pocos cambios. El viento soplará del este, más marcado en el litoral y flojo en el resto.
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Desde el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante aseguran que esta primavera será más cálida de lo habitual con precipitaciones dentro de la normalidad, algo que le vendrá muy bien a la provincia después de un inicio de año sin apenas precipitaciones.
Su director, Jorge Olcina, explica que las cuencas hidrográficas de todo el país están 20 puntos por debajo de lo que deberían tener a finales de invierno, algo que se ha agravado en las cuencas del Júcar y del Segura en las últimas semanas.
Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la UA: "Las lluvias han ahorrado uno o dos riegos en el centro y sur de Alicante"
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Las lluvias de esta semana provocadas por la borrasca Celia han dejado un buen aporte de agua en las comarcas del norte de la provincia por la cantidad acumulada en apenas dos o tres días pero las del centro y las del sur tan solo han podido ahorrar uno o dos riegos, lo que requerirá, advierte, de una necesaria vigilancia de la sequía.
