Xavi le cambia la vida al Barça
La metamorfosis que ha experimentado el conjunto azulgrana desde la llegada del técnico ha sido total. El 0-4 del Clásico es una noche consagratoria
El 6 de noviembre de 2021 fue un antes y un después. Laporta daba el paso que la masa azulgrana le demandaba. Xavi Hernández llegaba al banquillo del FC Barcelona. Desde entonces han pasado 132 días. Cuatro meses en los que el Barça ha cambiado su piel, su realidad, su ánimo y su fútbol. Pero en el camino, ha recuperado lo más importante: la identidad. Un alma de la que el club parecía haberse desposeído. Pero aún quedaba el resquicio al que Xavi se ha aferrado para revitalizarlo. Su profundo conocimiento de la casa, el modelo y la idea, unidos a una convicción arrolladora, han hecho posible algo que parecía impensable cuando se produjo su desembarco. Una goleada en el Bernabéu sustentada en una exhibición impregnada con la narrativa del estilo. 0-4 al Real Madrid. Xavi le ha cambiado la vida al Barça. Ha recuperado a jugadores para la causa (Dembélé), ha engrandecido a unos (Busquets, De Jong, Dest, Eric García o Araujo) y sumado a otros cuatro que han elevado el techo competitivo del equipo (Aubameyang, Ferran, Adama y Dani Alves).
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La trayectoria del entrenador de Terrasa es la historia de un ascenso. Lleva 26 partidos a sus espaldas, donde sólo ha perdido cuatro. De ellos, solo uno fue en Liga, contra el Real Betis en el Camp Nou el 4 de diciembre. Ha sumado en los otros 15 partidos, y en 11 fue en forma de victoria. Ahora encadena doce partidos consecutivos sin perder en todas las competiciones. 37 puntos de 48 posibles. El crecimiento es incontestable. Pero el fenómeno Xavi va más allá de los resultados. Atañe al juego y al estado de ánimo, la dinámica y la competitividad del grupo. El Clásico era su Día D y su hora H para demostrar la fortaleza del proyecto. Pero ha roto cualquier expectativa posible.
Xavi ha salido al Bernabéu a replicar las máximas de su libreto: presión alta, velocidad en la circulación, amplitud y veneno en los extremos, verticalidad, dinamismo, ocupación racional de los espacios, juego posicional con los interiores dándole sentido a lo que Busquets le daba forma. Enlazó todas sus virtudes para castigar al Real Madrid en sus debilidades. Le amplió el campo a los blancos, atacando la espalda de los centrocampistas, de Carvajal y Nacho, y ganando el pulso del medio campo. La superioridad del Clásico significa una plataforma de despegue sobre todo lo que se venía construyendo. Un salto hacia delante inexpicable sin los fichajes de enero, también sin la influencia del técnico en ellos.
Con esta victoria, el Barça tendría 37 puntos en 'la liga de Xavi'. Estaría a dos del Real Madrid con un partido menos. Y más allá de esa pequeña victoria personal, los azulgranas se quedan con la goleada más grande de los clásicos en el feudo blanco desde 2015, cuando Luis Enrique lideró otro 0-4. A este Barça le gusta el 4. Es el sexto partido en el que marca cuatro tantos. La mayoría ante rivales de altura (Atlético de Madrid, Valencia, Athletic, Nápoles, Osasuna y Real Madrid). Este equipo domina el escenario. Le gusta sentirse protagonista. Todo ha cambiado en el Camp Nou. Y todo coincide con un mismo punto: Xavi Hernández, el nuevo sol de la galaxia azulgrana.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS. Ahora aprendiendo en SER Deportes