Aporofobia: la patada en el culo, para los más desprotegidos

Alicante

El pasado 3 de marzo, la Conselleria de Políticas Inclusivas le propuso al Ayuntamiento construir un albergue para atender a las personas sintecho en situaciones de temporal de lluvia o de frío con los 500.000 euros que se incluyen en los presupuestos participativos de la Generalitat. A lo cual, desde el consistorio, respondieron que quieren un centro sociosanitario.

Un diálogo de sordos. Han pasado las semanas y el equipo de gobierno sigue sin dar una respuesta a la Generalitat, con lo cual, como el recinto debe construirse, así lo han decidido los ciudadanos de la Comunitat Valenciana, terminará por instalarse en otro municipio.

El equipo de gobierno municipal es soberano a la hora de marcar su política social; ahora, que luego no se quejen cuando se les acuse de aporofobia, como sin ir más lejos hace la HOAC, la Hermandad Obrera de Acción Católica, que al hilo de la Ordenanza de Convivencia pedía al consistorio que cambie sus políticas para priorizar a los pobres y no castigarlos.

Y es que, al final, con esta indiferencia, el desprecio es para ese Consell que no quiere invertir en Alicante, como nos repiten como un mantra desde el Ayuntamiento, pero la patada en el culo la reciben los más desprotegidos.