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Llega el cambio de hora: ¿cuándo comienza el horario de verano y hasta cuándo dura?

En la madrugada de este sábado al domingo toca adelantar una hora las manecillas de los relojes

Un hombre cambia la hora en su reloj. / Getty

Como cada año por estas fechas, toca cambiar la hora para dar la bienvenida al horario de verano. Habrá que adelantar las manecillas de los relojes una hora. En la madrugada del próximo sábado, 25 de marzo, al domingo, 26 de marzo, a las 2:00 serán las 3:00. Por su parte, en Canarias, a la 1:00 serán las 2:00.

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¿Cómo repercutirá este cambio de hora en la población? A efectos prácticos, amanecerá una hora después. Por ejemplo, si el sol sale en torno a las 7:15 en Madrid, la semana que viene lo hará sobre las 8:15, de tal manera que quienes entren a trabajar a primera hora de la mañana saldrán de casa, todavía, de noche. Como contrapartida, habrá una hora más de luz antes del anochecer. Si ahora anochece alrededor de las 19:30, en unos días el atardecer llegará aproximadamente a las 20:30.

El horario de verano se extenderá hasta el último fin de semana de octubre, cuando el reloj volverá al horario de invierno. Entonces a las 3:00 serán las 2:00. El efecto será el contrario que el actual: amanecerá antes, pero el sol se pondrá, también, una hora antes de lo habitual.

¿Por qué se cambia la hora?

España cambia la hora la hora todos los años en cumplimiento de la directiva europea 2000/84/CE, que obliga a los Estados miembros de la UE a atrasar y adelantar los relojes dos veces al años. En teoría, esta medida contribuye a ahorrar energía, al consumirse menos electricidad si se aprovechan mejor las horas de luz solar.

El origen de esta medida es confuso. Una de las principales hipótesis lo sitúa en el siglo XVIII, cuando el ilustrado Benjamin Franklin envió una carta al diario Le Journal de Paris en la que proponía varias medidas para ahorrar energía. Entre ellas, se incluía la posibilidad de cambiar la hora para que las rutinas diarias se ajustasen mejor a las horas de sol.

La idea de Franklin no se tuvo en cuenta en ese momento. Tuvieron que pasar 200 años hasta que otra persona, el constructor inglés William Willett sugiriese un cambio de hora en el verano de 1905. Aquella propuesta tampoco se llevó a cabo, pero ambas fueron el germen del primer cambio de hora, que se realizó en Estados Unidos en 1916.

En Europa, hubo varios intentos de cambiar la hora a lo largo del siglo XX, pero la decisión en firme no se tomó hasta 1973. La crisis del petróleo, causada por la determinación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de no exportar crudo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur, obligó a los países occidentales a buscar fórmulas para ahorrar energía. En ese contexto, se tomó una medida que aún perdura: adoptar un horario de invierno y otro de verano.

Desde 1981 se aplica como directiva que se renovaba cada cuatro años hasta la aprobación de la Novena Directiva, del Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, que establece el cambio con carácter indefinido. La Comisión Europea considera que el consumo de energía no es el único aspecto positivo sino también subraya otros impactos sobre sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo, los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.

¿Cuándo será el último cambio de hora?

La Unión Europea anunció en 2018 su intención de acabar con el cambio de hora, debido al resultado de una encuesta en la que el 84% de los cinco millones de ciudadanos europeos que participaron votaron a favor de no atrasar ni adelantar los relojes nunca más. Los organismos europeos entendieron esto como una señal de que la medida no tenía sentido para la mayoría de la población y dejaron en manos de los países miembros la decisión sobre con qué horario quedarse.

En un contexto marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19 y por el Brexit, los entonces Veintiocho consideraron que la iniciativa de acabar con el cambio de hora era prematura y dejaron la decisión en suspenso. Durante este paréntesis, algunos países, como Portugal, han mostrado su rechazo a acabar con el cambio de hora, mientras que otros, como Alemania, han mostrado su apoyo a quedarse con un único horario.

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Por parte de España, el Gobierno delegó la decisión en una comisión de expertos que concluyó que "no era aconsejable producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no exista un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta". Hasta nueva orden, el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha fijado un calendario para los próximos cuatro años.

El cambio de horario de verano tendrá lugar en las siguientes fechas:

  • 2023: domingo, 26 de marzo.
  • 2024: domingo, 31 de marzo.
  • 2025: domingo, 30 de marzo.
  • 2026: domingo, 29 de marzo.

El cambio de horario de invierno tendrá lugar en las siguientes fechas:

  • 2023: domingo, 29 de octubre.
  • 2024: domingo, 27 de octubre.
  • 2025: domingo, 26 de octubre.
  • 2026: domingo, 25 de octubre.

¿Cómo afecta el cambio de hora a la salud?

No hay consenso científico sobre los efectos del cambio de hora en la salud y el bienestar de la población. Parece claro que no tiene consecuencias graves, ya que sólo supone adelantar o atrasar 60 minutos el reloj. Sin embargo, esta modificación de los hábitos puede provocar alteraciones del sueño y, en determinados casos, falta de adaptación al nuevo horario.

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Quienes más posibilidades tienen de resultar perjudicados por el cambio de hora son los niños, los mayores y las personas que padecen trastornos neurológicos o problemas de salud menta como depresión o ansiedad. Según la Sociedad Española del Sueño (SES), es preferible mantener el horario de invierno, ya que facilita tener más horas de sueño y un despertar más natural, que suele coincidir con el amanecer.

Según este organismo, pasar del horario de invierno al de verano puede provocar los siguientes efectos:

  • Alteración del sueño.
  • Menor rendimiento intelectual.
  • Cambios de humor.
  • Aumento de enfermedades cardiovasculares.
  • Mayor probabilidad de obesidad.
  • Mayor probabilidad de insomnio.
  • Mayor probabilidad de depresión.
 
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