Injusticia e impotencia

Santa Cruz de Tenerife

Le tocaba al Tenerife medirse en el cuerpo a cuerpo con uno de los portaaviones de la categoría y de partida Ramis no pudo contar con ninguno de sus laterales izquierdos, con Álex Muñoz todavía renqueante por sus molestias de rodilla y Pomares ausencia por Covid. Con Mellot como lateral por la izquierda y Moore por el lado opuesto, Ramis improvisó una solución para tapar una de las zonas más prolíficas del rival, con jugadores como Portillo, Ramazani o Pozo como puñales envenenados. El primer aviso de los andaluces fue en el minuto uno con un tiro de Ramazani que atajó con apuros Soriano, y sorprendió Rubi con tres centrales y dos carrileros en su afán por mejorar las prestaciones defensivas que venían acusando. Al CD Tenerife le tocó asustar a los 17 minutos con un excelente centro de Mellot que remató al larguero Enric Gallego de cabeza. Con un ritmo inicial trepidante por parte de los dos equipos, a partir del minuto 20 el choque entró en una fase más pausada, con un Tenerife cerebral e intentando no perder el orden y el control de la situación. A 9 minutos del descanso el conjunto indálico tuvo otra ocasión con una acción individual de Portillo que desvío a córner Juan Soriano tras un disparo cruzado. Y en el 44 tuvo otra gran ocasión el Tenerife tras otro envío marca de la casa de Shaq Moore que remató impecable de cabeza Mario, pero se encontró con una parada espectacular del meta Fernando que desbarató in extremis.

En la segunda parte el Almería salió con la intención de ralentizar el juego y al tiempo buscar tener más posesión de pelota para evitar que el Tenerife tuviera las opciones de maniobra que contó en la primera mitad. Con 12 minutos de juego de la reanudación llegó la acción que marcaría el partido. Una falta no pitada sobre Aitor Sanz terminaría en agarrón de Carlos Ruiz a Sadiq en el área, que el nefasto Óliver de la Fuente acabaría señalando como penalti obviando la falta sobre el capitán blanquiazul. Con un Aitor ofuscado y amonestado Ramazani marcó y con más de media hora por delante el Tenerife sufría un atropello tan injusto como cruel. Por momentos, la rabia se adueño del cuadro de Ramis, que quiso reordenar las cosas metiendo en el campo a Larrea primero y a Sam Sashoua después para girar el rumbo de un partido que se iba camino de Almería. A la desesperada, el conjunto local lo intentó por todos los medios pero sin la claridad y la calma necesaria para hacer dudar a un rival fortalecido y crecido que se llevó el triunfo.

Homenaje a Lasso

Antes del inicio del partido se produjo el esperado y emotivo aplauso unánime a Borja Lasso, que con la camiseta del centenario en su figura recibió el cariño de sus excompañeros y la complicidad de un Heliodoro que añora la magia y clase del sevillano, que con su eterna sonrisa pisaba el césped del estadio que le aclamó en sus tardes de fútbol.

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