La canción de NOF4, escritura desatada sobre un muro
Nuestro hurón libresco, Oli Álvarez, nos acerca una curiosa sugerencia a caballo entre la biografía y el ensayo: la historia del hombre que escribía sobre los muros del manicomio de Volterra
Ponferrada
Fernando Oreste Nannetti, alias Nanof, alias NOF4, fue un pobre italiano nacido en 1927 que pasaría gran parte de su vida en el pabellón penitenciario del psiquiátrico de Volterra. Aquejado de esquizofrenia y encerrado en un mutismo abisal, sobre los muros del manicomio tallaría un libro de más de 70 metros de largo por 2 de alto con la hebilla de su uniforme, creando así un desbordante y enigmático mural poético cuyos restos llegarían hasta nosotros gracias al interés de uno de los trabajadores del psiquiátrico, Aldo Trafeli, quien entabló relación con el interno y traduciría aquella moderna y enajenada escritura cuneiforme. Después vendrían también las fotografías de Manoni, la salvaguarda de restos del muro en algún museo, sus muestras en catálogos de art brut y otros ecos que dan cuenta de ese alucinante legado entre lo plástico y lo literario.
La canción de NOF4, escritura desatada sobre un muro
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Una de esas cajas de resonancia es el libro de Raúl Quinto, La canción de NOF4 (2021, Jekyll&Jill). Orbitando la historia de aquel ingeniero de minas aeroespacial y su monumental y misterioso libro de piedra transcrito telepáticamente, el autor construye una narración que amalgama la biografía y el ensayo para ahondar en grietas de la naturaleza humana como la comunicación, la soledad, la pulsión de la escritura, su materialidad, los vínculos entre creatividad y locura o el propio estatuto de la demencia a lo largo de la historia.
Breve pero intenso -apenas cien páginas-, con calado lírico en muchos de sus pasajes (como la propia escritura irracional de aquel ‘santo con célula fotoeléctrica’), y con un desplegable final de una de las fotos de Manoni y algunos detalles de dibujos sobre el muro, Raúl Quinto crea un potente artefacto cuya forma está inalienablemente vinculada al fondo, y en el que la historia de Nanof, como una música, nos lleva más allá de sí misma abriéndonos al mundo.
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