Desalojo fallido de la Molinera

Valladolid

Efectivos de la Policía Nacional y de la Policía Local, una veintena aproximadamente, han intentado esta mañana desalojar a las personas que ocupan irregularmente el edificio del antiguo hotel Marqués de la Ensenada, transformado en un centro social gestionado por el colectivo La Molinera. Sin embargo, el proceso ha sido suspendido al carecer de notificación del alzamiento, por lo que el centro social seguirá funcionando.

La Molinera comenzó a funcionar el 30 de julio de 2018, cuando un grupo de personas accedió al interior del inmueble, en estado de abandono por parte de sus propietarios, y habilitó parte de sus dependencias, en las que durante este tiempo se han llevado a cabo diferentes actividades vinculadas con la vida cotidiana del entorno en el que se ubica.

El colectivo Centro Social Okupado La Molinera informó en noviembre que un "fondo buitre" llamado Kelona Invest había adquirido el inmueble y solicitado al Juzgado el "inmediato desalojo". Desde aquel momento convocaron movilizaciones para recordar esta situación y evitar el momento en el que, de manera efectiva, tuviera lugar la intervención policial para dar cumplimiento al cambio derivado de la nueva propiedad del edificio.

Una abogada que representa los intereses del colectivo se ha personado y ha pedido entrar al edificio, además de apuntar que el desalojo debía de haber sido notificado. Junto a la letrada, otras personas han conseguido acceder. Los agentes desplegados han impedido a los medios que siguen los acontecimientos el acceso

Finalmente, y ante la irregularidad del proceso, la policía ha abandonado el inmueble y ha permitido a los jóvenes volver a acceder al interior, con lo que han procedido a introducir los enseres que habían sido sacados por la policía a primera hora de la mañana. Eso sí, tal y como denuncian en redes, han desaparecido pancartes y banderas que tenían en su interior, material que no han podido recuperar.

Antigua fábrica de harinas

El inmueble fue antiguamente una fábrica de harinas instalada en el entorno del Canal de Castilla que estuvo en activo hasta el año 2006. Dos años después, el edificio que estaba declarado Bien de Interés Cultural desde 1991 se reconvirtió en hotel de cinco estrellas. El alojamiento de lujo cerró sus puertas en 2016 con problemas económicos y deudas con los trabajadores, y dos años después fue ocupado por el colectivo La Molinera.