Los jugadores del Unicaja ya saben que sin intensidad no van a ningún lado
El equipo malagueño ganó en Santiago por 71-85 en un gran partido sólo cuatro días después del desastre de Bélgica

Brizuela intenta un lanzamiento ante el Obradoiro / UnicajaBaloncesto.com

Málaga
Sólo pasaron cuatro días entre un partido y otro. El Unicaja hizo un partido desastroso el pasado martes contra el Oostende belga en la BCL donde perdió incluso la diferencia de puntos en unos últimos minutos lamentables. El sábado, el equipo malagueño, realizó un gran partido en Santiago de Compostela y ganó en un encuentro clave para espantar los fantasmas ante un rival que también estaba intentando escapar de la zona baja. El entrenador, Ibon Navarro, empezó su comparecencia en la sala de prensa con unas palabras hacia sus jugadores. "Felicitar a mis jugadores por la mentalidad con la que han jugado. Creo que este partido requería una limpieza mental. Empezar a ser conscientes de donde estamos, no de donde deberíamos estar. Sabemos que teníamos 12 finales por delante y cómo afrontarlos. Espero que esto sea el inicio de una línea clara y constante". En el mundo del deporte profesional se presupone la intensidad en los partidos y el compromiso, aunque llevado a la práctica esa frase patina según qué jugadores. Si el Unicaja no se toma los partidos en equipo pasa lo que ocurrió en Oostende. En Santiago la intensidad y el compromiso de algunos jugadores fue completamente distinto y se pusieron al servicio del colectivo. Alberto Díaz y Tim Abromaitis no son dudosos, pero se echaba en falta una mayor conciencia colectiva de Brizuela, y afortunadamente llegó. El jugador donostiarra no renunció a su ataque, convirtió 24 puntos, pero aplicó una defensa que le dio una herramienta potente al técnico. Brizuela jugó en su sitio, no ocupando el puesto de base ya que regresó Matt Money. Cameron Oliver sigue con su adaptación pero está leyendo mucho mejor el juego y no cometió las faltas innecesarias de los encuentros anteriores. El americano firmó jugadas espectaculares. Ibon Navarro acortó más aún la rotación y utilizó a 9 jugadores, contando con el debú testimonial en la ACB de Mario Saint-Supery. Nzosa y Suárez se quedaron sin jugar. El capitán intenta seguir ayudando más allá de la pista.
Con el camino marcado el Unicaja espera seguir sumando victorias el domingo a las 12:30 h en el Martín Carpena contra el Betis. El cambio de mentalidad del equipo es la base para encauzar la temporada. Jaime Fernández sigue con su recuperación del sóleo y Bouteille espera llegar al partido del domingo.

Enrique Aparicio
En su infancia siempre andaba por casa usando el mando de la tele como micrófono y organizando partidos...




