La historia de los dos últimos periodistas internacionales en la asediada ciudad de Mariúpol
Los dos fueron perseguidos por las tropas rusas. Tenían una lista de nombres, entre los que estaban los periodistas de la agencia 'Associated Press'. Terminaron siendo los últimos periodistas internacionales en la asediada ciudad y documentaron las violaciones de las tropas rusas durante más de dos semanas

Imagen de archivo de la ciudad de Mariúpol / Anadolu Agency

Madrid
Los dos últimos periodistas internacionales que documentaron las atrocidades cometidas por Rusia en Mariúpol, y que fueron perseguidos por las tropas de Putin para que dejaran de informar al mundo han publicado este lunes el relato de su experiencia personal allí. Son de la agencia Internacional de noticias 'Associated Press'.
Los dos fueron perseguidos por las tropas rusas. Tenían una lista de nombres, entre los que estaban los periodistas de la agencia 'Associated Press'. Terminaron siendo los últimos periodistas internacionales en la asediada ciudad y documentaron las violaciones de las tropas rusas durante más de dos semanas. Estuvieron en un hospital donde los médicos les dejaron batas y mascarillas para camuflarse como sanitarios hasta que llegaron los soldados ucranianos y los sacaron de allí. Mstyslav Chernov es el videoperiodista. El fotógrafo se llama Evgeniy Maloletka.
Chernov es originario precisamente de Herkov, la ciudad sitiada a 33 kilómetros de la frontera con Rusia. Ha cubierto guerras en Afganistán, en Nagorno Karabakh, pero una destrucción tan minuciosa como esta rusa nunca la había visto. Cada bomba que lanzan los rusos en Mariúpol tenía un objetivo. La electricidad, el agua, interrumpir la cadena alimenticia de suministro y finalmente, las torres que repicaban la señal de teléfono, televisión y radio.
Se fueron entonces los periodistas internacionales, porque si no hay emisión, no hay noticia. Primero fue el caos. La gente no sabía dónde ir y entraba en pánico. Al principio no podían entender por qué Mariúpol había caído tan fácilmente, y luego entendieron que fue por la falta de comunicación.
La impunidad es el segundo objetivo de los atacantes. Sin información saliendo de la ciudad, sin fotos de edificio demolidos de niños muriendo, las fuerzas rusas podían hacer todo lo que quisieran. Si no fuera por ellos, los periodistas de 'Asociated Press', no habría pruebas y evidencias de nada. Por eso los rusos querían quitárselos de en medio, porque sabían que ellos documentarían lo que allí estaba ocurriendo para el resto del mundo.
Sus fotos de una niña agonizante mientras su hermano y su madre esperan a que los sanitarios traten de salvarla. El bombardeo al hospital maternal y la foto de la mujer embarazada saliendo de las ruinas dejadas tras el ataque, como la policía, soldados y civiles les facilitaron baterías para que pudieran seguir trabajando y transmitiendo. Este bombardeo y sus imágenes "cambiarán el curso de la guerra", les dijo un agente.
Realizaron imágenes de las fosas comunes, donde empezaron a enterrar los cuerpos cuando ya no podían hacerlo de modo individual. Mientras ellos seguían allí, la embajada rusa de Londres publicaba tweets calificando las fotos de 'Associated Press' de falsas y diciendo que la mujer embarazada era una actriz.
No llegaba señal ni de radio ni TV a Mariúpol, lo único que se sintonizaba era una radio rusa que no contaba ni una sola verdad, llena de propaganda. En una de las escasas comunicaciones con su editor, este les pidió que trataran de localizar a la mujer embarazada del ataque a la maternidad. Lo hicieron. Una nueva entrevista con ella y comprobar que otra de las mujeres no tuvo tanta suerte. Perdió a su bebe y ella también murió.
Para salir de allí finalmente, tuvieron que pasar 15 puestos de control rusos en una caravana interminable de coches oyendo de fondo los ruidos de las bombas y los disparos. 3000 kilómetros para salir de allí y ellos fueron afortunados. Le contaron toda su odisea a la corresponsal de la Agencia en Francia y ella fue la que redactó el relato que pueden leer y ver en el post de AP.

Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...




