Torres resalta la necesidad de que tanto Marruecos como el Sáhara acepten cualquier solución al conflicto de soberanía

Santa Cruz de Tenerife

El presidente del Gobierno de Canarias ha abordado la polémica suscitada en los últimos días por la carta del Pedro Sánchez al rey de Marruecos. En su intervención, se ha reafirmado en que cualquier solución al conflicto del Sahara debe ser aceptada por ambas partes, por el pueblo saharaui y por Marruecos. No ha habido alusión explícita alguna al Gobierno central pero sí ha pedido paz para todos los pueblos. El otro gran conflicto, el de Europa del Este con la guerra de Putin y su invasión de Ucrania, ha marcado buena parte del discurso.

Torres ha asegurado que van a poner en marcha todas las medidas necesarias para hacer frente la tendencia inflacionista que merma los bolsillos de los canarios y ha propuesto un pacto de rentas para el sector agrícola: es en torno a la crisis ucraniana cuando se ha referido a la ultraderecha pidiendo un cordón sanitario a los grupos parlamentarios. También ha anunciado que va a proponer al estado un cambio legislativo para el reparto de menores migrantes. "El pueblo canario en el que vivieron nuestros antepasados sabe lo que es tener que huir del hambre", dijo. "Y quiero recordar a la ultraderecha que la pobreza y las guerras son igual de terribles sea cual sea el color de la piel", aseveró Torres.

Ha sido un discurso de aproximadamente una hora y veinte minutos plagado de anuncios, como cabía esperar en un año preelectoral. Entre otros, anunció que el largo litigio con el Estado a cuenta del convenio de carreteras podría acabar con la firma de dos acuerdos antes del Día de Canarias y desbloquear 630 millones de euros. Aun admitiendo que se trata de un problema difícil y judicializado, afirmó que no han dejado de trabajar para buscar una solución.

Torres ha defendido la gestión del gobierno, en todas sus áreas; ha hecho especial hincapié en los derechos sociales pues son casi 30.000 personas la que reciben una prestación en canarias, entre la PCI y el IMV, cuando al inicio de la legislatura eran 6.000. Sobre la espada de Damocles del archipiélago; la pobreza y la dependencia, ha reconocido que, aunque se han hecho avances, hay que seguir caminando hacia la mejoría.

También destacó los buenos datos de empleo aunque aseguró que en ningún caso van a regodearse en la autocomplacencia, ni a tratar de invisivilizar la pobreza, en alusión indirecta a lo sucedido en la comunidad de Madrid.