La incertidumbre por la guerra en Ucrania frena la ocupación hotelera canaria en Semana Santa
Las previsiones del sector, en enero, antes del inicio de la guerra en Ucrania eran de recuperar el 90% de la actividad previa a la pandemia de covid-19, cuando facturaba 15.597 millones de euros y representaba el 33% del PIB de las Islas
Turistas ingleses en una playa de Gran Canaria. / DAN KITWOOD (Getty Images)
El actual conflicto bélico en Ucrania, las secuelas de la pandemia COVID y la frágil situación económica mundial derivada de las dos anteriores, posicionan a Canarias en un punto de incertidumbre en cuanto a sus previsiones de recepción de turistas para 2022.
A pesar del COVID, España pudo cerrar el pasado año con unos datos bastantes positivos de turistas teniendo en cuenta la situación global, con la llegada de 31,1 millones de turistas internacionales, lo que supone un 64,4% más que en 2020. Tras Baleares y Cataluña, Canarias recibió a cerca del 17% de los turistas que visitaron nuestro país con cerca de los 5,3 millones y un aumento anual del 38,9%.
Por países de procedencia, los turistas alemanes y los procedentes de Reino Unido fueron los que lideraron la ocupación de la planta alojativa de nuestras islas, con 1,2 millones cada uno. Sin embargo, con el actual panorama de incertidumbre y a pocas semanas de la llegada de una de las temporadas más esperadas por los hoteleros, la semana santa, vuelve a resurgir el debate sobre el modelo turístico que ofrece las Islas. Un modelo que apuesta por el turismo de sol y playa y que tiene en el horizonte nuevos retos para reciclarse y convertirse en destino referente ante la situación actual en la que destinos como Turquía o Grecia podrían perder esa ventaja sobre las Islas ante la crisis bélica actual.
Jacques Bulchand, Docente e Investigador especializado en Turismo Digital de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria señala en la Cadena Ser que "son situaciones que generan incertidumbre en general y eso es malo para el turismo en general. Los turistas que vienen a Canarias planifican sus vacaciones con bastante antelación, entre la pandemia y ahora la situación bélica, dificultan la planificación de vacaciones. Canarias poco más allá poco puede hacer salvo garantizar que es un destino Europeo, seguro y con buena situación sanitaria. Mucho más no se puede hacer. Es lógico que todos estemos preocupados".
Asimismo, el docente indica que "el modelo económico y social de Canarias está basado en el modelo turístico, las situaciones del Covid y de la guerra nos pone de relieve que no es positivo depender de un solo sector, aunque esto es una cuestión que no se puede solucionar en pocos meses, es complicado. Creo que no hemos aprovechado estos dos años para reinventar nuestra economía productiva".
Bulchand también se ha referido a la modernización del sector en las Islas y ha manifestado que "Canarias representa un modelo turístico inteligente. Este es un turismo más integrador, más sostenible, conectado con la sociedad, conectado con que el empleo que se genere sea de calidad. La satisfacción del turistas es muy elevada, somos un turismo muy competitivo y creo que tenemos un turismo inteligente integrado, ahora si vemos el tipo de empleo que se genera y la cantidad, al no ser una economía canaria muy potente en España, veremos que el turismo no es todo lo inteligente que debería ser". En ese sentido añade que "el empresario turístico canario tiene una capacidad de innovación elevadísima pero entre todos los sectores sociales debemos ver qué es lo que necesitan para que lo que generen sea de mayor cantidad y de mayor calidad. Por ejemplo, los empresarios demandan ahora mayor flexibilidad ante la situación actual de la guerra y habría que sentarse con ellos para apoyar en la creación de empleo estable".
Aún así con estos datos, los empresarios canarios confían en los turistas locales y nacionales para afrontar la actual situación mundial de incertidumbre y salvar la ocupación hotelera durante la Semana Santa. En cualquier caso, el sector turístico de Canarias prevé recuperar en 2022 el 90% de la actividad previa a la pandemia de covid-19, cuando facturaba 15.597 millones de euros y representaba el 33% del producto interior bruto (PIB) del Archipiélago,