Los juegos de mesa no producen milagros
Es más importante convencer de que se resolverá bien: con todos los datos del sudoku, locales y europeos, sectoriales y generales. Todo eso no se resuelve con una barricada
Los juegos de mesa no producen milagros
Barcelona
Los juegos de magia encantan a los niños. Pero no producen milagros. Los partidarios de las soluciones inmediatas, urgentes y extraordinarias, porque no llegamos a fin de mes, porque vamos muy apurados o porque esto no hay quien lo aguante, muchas veces tienen buenas intenciones. Y en otras, muy malas, malísimas, pues pretenden engañar. Porque las soluciones a los problemas complicados en muy pocas ocasiones pueden ser sencillas.
Apliquemos esta evidencia a los precios del gasóleo de transporte. Es verdad que Italia subvencionará cada litro de carburante con 15 céntimos de euro. Y Alemania, con diez: hasta mayo. Pero si el precio en origen aumenta el doble, y en eso ningún Gobierno europeo tiene mano, la subvención sin más queda absorbida, deglutida, inutilizada en un plis-plas. Se convierte en un juego de magia infantil.
Por eso las soluciones duraderas deben ser más complejas. Incorporar porcentajes de aumento. Quizá fijar umbrales o topes de precios. Y distinguir entre los afectados, que somos todos: pero unos mucho más, otros más y otros menos. No perjudica lo mismo el camionero que al tractorista, que al barco pesquero o al supermercado: depende de su estructura de costes. Es urgente dar señales de que se encauzará el problema. Y se ha empezado. Pero es más importante convencer de que se resolverá bien: con todos los datos del sudoku, locales y europeos, sectoriales y generales. Todo eso no se resuelve con una barricada.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...