Milena Smit: "El éxito no es fama y dinero. He aprendido a priorizar mi bienestar y mi salud mental"
La actriz protagoniza, junto a Olivia Baglivi, 'Libélulas', primera película de Luc Knowles en la que interpretan a dos amigas atrapadas en una comunidad sin futuro. Sobre su momento profesional, precariedad, éxito y aprender a parar charlamos con la nueva estrella del cine español

La actriz Milena Smit en el Festival de Málaga. (Photo by Carlos Alvarez/Getty Images) / Carlos Alvarez

Málaga
Presentas en la sección ZonaCine del Festival de Málaga ‘Libélulas’, la primera película de Luc Knowles con Olivia Baglivi, ¿cómo estás?
Muy contenta y muy feliz de estar aquí por primera vez estrenando una película en el Festival de Málaga. Además, ya el año pasado vine presentar un premio, venir este año a presentar una película es muy emocionante. ‘Libélulas’ es una peli muy especial y estoy muy feliz de vivir toda esta experiencia con el equipo.
Justo te iba a preguntar que hay una energía muy especial en la película, algo mágico que traspasa la pantalla en esa relación de dos amigas pero también en la imagen, ¿cómo surge esto?
Tú lo has dicho, ha sido mágico. No solo por el guion, que obviamente es un regalo, y unos personajes tan complicados, tan difíciles, que viven en unas condiciones muy precarias. Desde el principio todo en este proyecto fue como muy mágico, el casting, cómo Olivia y yo, sin conocernos casi, hemos encajado de esta manera tan brutal, que nos entendamos tan bien con Luc, que acogiera de forma tan generosa todas las propuestas que teníamos para los personajes y la historia… Y todo lo que construimos detrás del set era muy curioso. No solo trabajábamos lo que hay en pantalla, sino muchas cosas por detrás, todas las emociones, las preguntas de por qué sucedía cada escena
Es la historia de dos amigas en una situación precaria que tienen un espíritu muy pasional, propio de la edad, y a la vez muy frágil por sus condiciones familiares y económicas. Ambas buscan escapar de ese lugar, ¿cómo sintonizas tú con la historia, con esa precariedad y esas jóvenes que no ven futuro?
Me siento muy identificada. Es una edad muy difícil. El final de la adolescencia cuando se supone que te tienes que hacer un poco más adulto, pero tampoco las condiciones lo apoyan demasiado. Es como si fuera una eterna juventud con un poco del síndrome de Peter Pan pero a la vez teniendo que cumplir obligaciones desde muy pequeñas que otra gente ni siquiera conoce en toda su vida. Entonces, ese es uno de los grandes retos, no solo en el personaje sino también a nivel personal en nuestra vida. A mí me ha sucedido, el hecho de que tengas que madurar en muchas cosas por las circunstancias pero a la vez quieras seguir teniendo ese espíritu de niña, creo que atrae mucho y a la vez es muy crudo.
Si a estas jóvenes les dijeran esas frases de autoayuda horrorosas de ‘atrévete a soñar’, mandarían a la mierda a quien se lo dijese. Ellas luchan por sobrevivir ¿Cómo ves eso ahora desde una posición en la que te acompaña el trabajo, el éxito… ? ¿Qué piensa la Milena teleoperadora de ascensor que fuiste de esto?
He trabajado en muchas cosas antes de ser actriz, de teleoperadora, camarera, recepcionista en un hotel, dependienta… y siempre me he esforzado mucho en mi trabajo sea del tipo que sea. Hacer este tipo de trabajos también me ha ayudado mucho a la constancia y responsabilidad sobre el trabajo y mi profesión que tengo ahora. Sé cuanto me ha costado llegar hasta aquí y lo que aprecio y valoro esta profesión y lo que significa para mí. Sí entiendo a las personas que luchan y a lo mejor no consiguen esos sueños que quieren cumplir.
Cometemos un error en la definición del éxito al relacionarla con fama, ser millonarios y tener todos los ojos del mundo puestos encima nuestro. No estoy en absoluto de acuerdo en que el éxito tenga que estar relacionado con eso. El éxito se basa en disfrutar del camino que estás haciendo, de cada logro que vas consiguiendo en tu vida. Cuando hice mi primera película, ‘No matarás’, fue un éxito, cuando hice una entrevista para recepcionista de un hotel, para mí fue un éxito que me cogieran porque estaba logrando una meta y estaba consiguiendo superarme. Esa fijación con tener ese éxito inalcanzable muchas veces nos supone una frustración y un miedo al fracaso que contaminan los sueños que queremos cumplir. Entonces, con lo que me quedo y lo que le diría a todas estas personas, es que lo importante es darse cuenta de cada paso que estás dando y que el camino siempre es más importante que el final.
Yo ahora mismo la definición de éxito la tengo en llegar a casa y tener a mis amigos y hacer una cena, que me pregunta cómo encuentro, qué me apetece a cenar… He ido disfrutando poco a poco de ese proceso y ahora que me encuentro en un lugar cómodo y tranquilo, que llego a las metas que me propongo, ese éxito se está traduciendo en algo más personal.
Nos decías en la Cadena SER en las charlas que tuvimos por los Goya que Penélope y Aitana te decían: Mile, tienes que parar, tienes que estar tranquila y descansar ¿Lo has conseguido, cómo llevas esos consejos?
Estoy aprendiendo. Me gusta mucho mi trabajo y a veces me obsesiono un poquito también. En ocasiones estoy 24/7 pensando, pensando y tengo días libres y le estoy dando vueltas a una escena, a un evento, a un look… En general, sí que estoy aprendiendo a respetar mi descanso, mi bienestar y mi salud mental porque, después del año pasado que fue maravilloso de trabajo pero también muy sacrificado, he aprendido que lo más importante es estar estable emocionalmente. Y es muy difícil ya de por sí sin estar en este mundo. En esta industria es complicado porque tienes muchos juicios del autoestima o mucho trabajo y descuidas tu salud mental o priorizas otras cosas porque no te da la vida llegar a todo. He aprendido a valorar eso, a priorizar mi salud mental.
Y ahora que estás currando mucho, ¿te sientes libre? ¿O como esa libélula con las alas un poco cortadas por todo lo que te rodea?
He tenido muchísima suerte porque el equipo con el que trabajo ha apostado desde el principio por lo que soy y no por querer convertirme en una imagen falsa. Entonces, me siento muy cómoda y libre no solo en cuanto a físicamente o estéticamente mostrar quien soy, sino también en los trabajos que escogemos, que nos representan o nos pueden aportar más. Eso es muy importante en nuestra carrera.
En ‘Madres paralelas’ decías que el personaje te había permitido conectar o redescubrir una inocencia perdida de tu infancia, ¿qué se ha quedado del personaje de ‘Libélulas’ dentro de ti?
A mi el personaje de Cata me robó el corazón. Una de las cosas más importantes y más bonitas que ella tiene y me ha enseñado son los valores que tiene como persona. El valor de la lealtad que tiene como amiga, como hija, como trabajadora, como ser humano en este planeta. Es algo que valoro mucho y que intento aplicar en mi persona y con la gente que tengo a mi alrededor. Es una de las cosas más importantes además del corazón tan grande que tiene el personaje, es una persona que ha vivido cosas muy malas y aún así sigue teniendo un corazón muy puro. Eso se te queda ahí clavadito.
La peli está ambientada en un no-lugar, con esas cabañas tan americanas de lo que ellos llaman white-trash, hay también todo una coreografía corporal entre vosotras, y un vínculo, que es el de los amigos de la infancia, que te marca muchísimo
Para mí es importante el casting y Olivia y yo no nos conocíamos. La conexión que tenemos trasciende la pantalla, pero es que fue así, de hecho hoy en día sigue siendo así. Es como si nos complementáramos, como si todas nuestras piezas encajaran en un puzzle perfecto, el hecho de que haya esa sincronización como si nos conociéramos de toda la vida es algo muy potente. Lo trabajamos muy bien en los ensayos y ayudó mucho una cosa, no fuimos Olivia y Milena durante todo el rodaje, fuimos Álex y Cata, nos tratamos así, nos llamábamos así e imaginábamos situación del antes o el después de los personajes. Hay una escena en la que tenemos una pelea y nos escribimos una carta del personaje de la una y la otra y la leímos antes de empezar esa pelea. Hay mucho curro detrás de los personajes y mucha intención de que todo estuviera conectado a la perfección.
Has estado rodando en Málaga ‘La chica de nieve’, nueva serie de Netflix, ¿qué tal va? De lo que puedas contar
Hemos estado dos meses aquí en Málaga y acabamos de ir para Madrid a terminar de rodar. Las ciudad ha acogido muy bien el rodaje, he podido disfrutar más de la ciudad en las localizaciones porque no he tenido mucho tiempo pero creo que estamos haciendo un proyecto muy bonito, con un guion que es muy complicado, pero es una maravilla y una delicia. Estoy completamente enamorada del personaje, así que va todo sobre ruedas.
El domingo se entregan los Oscar ¿Qué le dirías a Penélope Cruz si la tuvieras aquí? Con ella también tienes una relación muy especial
Es verdad, tenemos una relación y una conexión muy bonita. Le diría que ella en esta vida ya lo tiene todo ganado por la persona que es, ese es le premio que se merece. Ella es un premio para todas las personas que hemos tenido la suerte de conocerla y disfrutarla en esta vida. Ser así es el mayor premio que puedes tener en este mundo. Si le dan el Óscar todos nos alegraremos y desde luego será más que merecido. Si no se lo dan, para mí ya es la ganadora de cosas mucho más importantes.

José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...




