Sociedad

"Hemos perdido más de 80.000 lechugas en lo que va de huelga de transporte, ¿eso quién lo paga?"

Entrevista con Antonio Pino, hortelano y productor de lechugas de Cabra

Cabra

Esa es la pregunta que se hace Antonio Pino, hortelano y propietario de una pequeña empresa familiar de producción y venta de hortalizas de Cabra, Hermanos Pino, aunque comparte los motivos de llevan a la huelga al sector, los paros tan prolongados han hecho que las pequeñas empresas "no tengan protección" y terminen teniendo graves pérdidas.

Han parado los primeros diez días por la huelga del transporte, y en ese tiempo la empresa de Antonio ha perdido más de 24.000 euros por no poder distribuir su producto.

Huerta de lechugas de los Hermanos Pino en Cabra

Huerta de lechugas de los Hermanos Pino en Cabra / Hermanos Pino

Han tenido que dejar en la huerta en Cabra, más de 80.000 lechugas que estaban listas para cosechar porque no tenían opciones para distribuirlas.

Los camiones no podían exponerse a repartir la mercancía, sopena de tener problemas con los piquetes de huelga que controlan el acceso a la A-45, Córdoba Málaga en Lucena y en las proximidades de Córdoba a la A-4 y la N-432.

Ayer, visto el desastre y las pérdidas, intentaron retomar la actividad, pero en cuanto salieron los camiones, los piquetes los pararon.

"Nosotros no solo perdemos el porte del camión, a diferencia de los transportistas. Nosotros perdemos eso y además perdemos la mercancía".

LECHUGAS QUE SE VENDEN EN 2022 A PRECIOS DEL 85

El precio de coste de cada una de las lechugas hoy para ellos es de 30 céntimos. "Tenemos muchos gastos, muchos impuestos, y el producto nuestro no vale dinero. Hoy estamos vendiendo a precios del año 85, con costes de 2022 y no es rentable", dice Antonio, lamentando que ni las instituciones, ni nadie les protejan o les apoyen.

Lechugas en la huerta de los Hermanos Pino en Cabra

Lechugas en la huerta de los Hermanos Pino en Cabra / Hermanos Pino

Antonio y su familia son los únicos que quedan en las huertas de la senda del Caz, en la antigua zona de huertas del entorno de la Plaza de Abastos. El resto de propietarios o ya no cultivan, o han vendido sus terrenos para construir viviendas.

"Los pequeños agricultores vamos a terminar desapareciendo, nunca hemos tenido apoyo de nadie y esto cada vez es menos rentable y ahora menos todavía. Todo va a nuestras espaldas, y así no podemos seguir".

María Eugenia Vílchez

Me mueven las causas justas. Me gusta contar...