Alicante

La empresa responsable de los autobuses urbanos, Masatusa, ha decidido que los autobuses de las líneas 6 y 11 no pasarán temporalmente por la calle Barítono Paco Latorre, junto a la conocida como la cuesta de Juan XXIII. Decisión que se toma, apuntan, por los repetidos actos vandálicos que vienen sufriendo desde hace algo más de un mes.

Y mientras, los vecinos de Juan XXIII y Colonia Requena exigen al Ayuntamiento de Alicante que tome todas las medidas de seguridad necesarias para retomar cuanto antes el servicio. Si no lo hace, advierten, la próxima semana comenzarán a movilizarse.

Los residentes entienden que la empresa vele por la seguridad de los usuarios y sus trabajadores después de que en los últimos 40 días hayan sufrido 23 ataques a sus autobuses con piedras de grandes dimensiones. Pero aseguran que se trata de actos vandálicos de un par de chavales y no entienden cómo se puede dejar sin servicio de autobús a un barrio entero en lugar de vigilar la zona para identificar y detener a los responsables.

Por eso, las asociaciones vecinales de ambos barrios han remitido un escrito al alcalde Luis Barcala, como máximo responsable de la Policía Local, para que tome cartas en el asunto urgentemente. Si no lo hace y se restablece el servicio la próxima semana, advierte el presidente de Colonia Requena, Antonio Colomina, bloquearán las calles como protesta.

No entiende además la inacción municipal cuando este problema no viene de ahora y acusa al bipartito de no ser capaz de solucionar "un problema tan limitado", porque, simplemente, "nos tienen abandonados", lamenta.

La oposición exige medidas urgentes

Mientras, desde la oposición, en este mismo sentido, el socialista Miguel Millana exige al alcalde Barcala que aumente la presencia policial en la zona para que el servicio pueda volver a prestarse con normalidad.

Y desde Compromís, su portavoz municipal, Natxo Bellido, acusa además al bipartito de inacción y le exige medidas inmediatas para proteger a los usuarios y los trabajadores de Masatusa.

Por su parte, desde el Ayuntamiento se justifican en que no se ha suprimido todo el servicio al barrio, sino que solo se ha reducido la parada que coincide con los actos vandálicos hasta que se identifique a los autores. Y añaden que ya se ha incrementado la vigilancia por parte de la Policía Local y se ha solicitado la intervención de la Policía Nacional a través de la Subdelegación del Gobierno.