Café Quijano presenta nuevo disco: "Ninguno de los tres tenemos una gran voz"

"Queríamos hacer una continuación del disco que tantas alegrías nos dio en el año 2001", han explicado los integrantes del grupo. Un disco que querían haber sacado antes, pero que no pudieron hacerlo por motivo de la pandemia. La intención, según han contado, era "volver a revivir esas experiencias". Por eso se fueron a Los Ángeles y también por eso, contactaron con la misma gente. "La forma de cantar es fidedigna a 'La taberna de Buda'", han explicado. Un disco del que, dicen, están "totalmente orgullosos".

"En los conciertos advertimos de que somos conscientes de que el público piensa que somos unos golfos empedernidos, pero no somos los protagonistas del 90% de las canciones", han señalado. De la canción 'Manhattan' que da nombre al disco, sí. Coincidieron en Nueva York con Domingo Zapata, un pintor español, que les llevó al lugar del que hablan en la canción.

Su relación con la música

Una identidad propia. Es lo que hace que con el sonido de un par de acordes, el que escucha consiga identificar rápidamente a Café Quijano. No fue algo que trabajasen. Solo, explican, tenían muy claro lo que querían hacer. "Se nos identifica rápido, para mal o para bien".

"Ninguno de los tres tenemos una gran voz", confiesan los leoneses. Su éxito, dicen, reside en el empaste. En la compenetración de las tres voces. Fue lo que les dijo su productor vocal Kenny O'Brien y que, al principio, no entendían.

Su historia con la música se remonta a la cuna. Algo que explica su sentido y relación con ella. Eso y la influencia de Estados Unidos, en especial de Miami y su riqueza y variedad musical. "Mamamos mucho toda esa música antes de dedicarnos nosotros a la música", han explicado antes de recordar que "no hace falta ser de ningún sitio concreto para dejarse influenciar por lo que te gusta y te ha rodeado toda la vida".

Historias cantadas

Son muchas las historias de este disco que cuentan historias reales y cercanas. Es el caso de 'Ayer se fue', que narra el sentir de un hombre al que su pareja acaba de dejar porque se da cuenta de que, en realidad, le gustan las mujeres. También la canción de Manhattan, que habla de los propios Óscar, Raúl y Manuel.

"Solo se nos viene a la cabeza agradecimiento", dicen los hermanos al hablar de su trayectoria de más de 25 años.